Especies invasoras marinas ponen en peligro la Antártida
Es sabido que en el continente antártico no hay especies invasoras marinas. Sin embargo, en la actualidad, numerosos intrusos que viajan incrustados en los cascos de los barcos ponen en peligro al continente blanco.
Especies invasoras marinas pueden poner en peligro el continente blanco
Un estudio realizado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España así lo confirma. Gracias a este estudio, pudieron identificar diversas especies. Las mismas podrían invadir y poner en peligro el ecosistema antártico.
Estos invasores se incrustan en los cascos de los grandes barcos que surcan los mares del sur. Se identificaron varias especies, como el mejillón chileno y el mediterráneo. El proceso por el que se adhieren a los cascos de los barcos por debajo de la línea de flotación se llama Bioincrustación.
Hay otras especies marinas como el cangrejo aplanado que es endémico de Europa y ejecuta el mismo proceso que el mejillón. También los percebes y algunas clases de algas asiáticas tienen la misma capacidad. Todas ellas, forman especies de colonias que se adhieren a superficies artificiales, como los cascos de los navíos. De esa manera viajan miles de kilómetros desde su lugar de origen.
Crearon un mapa con una lista de barcos de todo el mundo que ingresan a la Antártida
La Universidad de Cambridge y el British Antharctic Survey efectuaron un nuevo estudio. En él se pone énfasis de que la posibilidad de que especies invasoras marinas lleguen a la Antártida es muy concreta y el riesgo es cada vez más alto.
El estudio se hizo siguiendo un detallado registro de los barcos que ingresaron a las aguas antárticas entre 2014 y 2018. De esta manera se creó un mapa con la red mundial de tráfico marítimo. En él se ven las conexiones con los que surcan los mares antárticos y de donde provienen. Alrededor del planeta, se identificaron casi 1600 puertos que tienen conexiones con la Antártida. Todos esos navíos son potenciales transportes para llevar especies invasoras incrustadas en sus cascos.
Tres tipos de embarcaciones acceden al continente helado
Los que llevan más peligro, son los pesqueros. Estos barcos pasan mucho tiempo realizando su faena en aguas antárticas sin moverse de allí. Los barcos de investigación ocupan el segundo lugar, seguidos por los grandes cruceros dedicados al turismo. Es decir, que el peligro de que alguna especie invasora llegue a la Antártida, puede provenir de cualquier parte del mundo.
Según un informe de la Organización Marítima Internacional, la bioincrustación es un problema grave. No solo es un grave peligro para la biodiversidad mundial, sino que provoca importantes gastos a las compañías navieras.
En el mundo se gastan más de 6 mil millones de dólares en limpieza de cascos anualmente. Además del exceso de gasto en combustible porque los barcos llevan más peso debido a las adherencias en los cascos. A su vez, este aumento en el consumo de combustible hace que se emitan 70 millones de toneladas de CO2 demás a la atmósfera.
Hay regulaciones estrictas que impiden llevar especies invasoras a la Antártida. Aunque los controles únicamente se realizan en algunos puertos. Se espera que con el paso del tiempo, todos los puertos del mundo adopten estas medidas. La Antártida así lo requiere.