En un experimento realizado investigadores franceses y alemanes para descubrir a dónde viaja la tinta del tatuaje en el cuerpo, se ha descubierto que la tinta de tatuaje se asienta en los ganglios linfáticos.
Como explican los autores, que proceden de la Universidad Ludwig Maximilian de Munich, la instalación Europea de Radiación de Sincrotón y el Instituto Federal Alemán para la Evaluación de Riesgos, no habría sido ético probar esto en personas vivas, así que tuvieron que hacerlo con algunos cadáveres.
Como los ganglios linfáticos filtran la linfa, que es el líquido que transporta los glóbulos blancos por todo el cuerpo para combatir las infecciones, es normal que se vayan acumulando algunas de las partículas de tinta. Sobre todo el elemento encontrado es dióxido de titanio, un pigmento de la tinta blanca que se mezcla con otros colores para controlar los tonos.
«En futuros experimentos también analizaremos la carga de pigmentos y metales pesados de otros órganos y tejidos internos más distantes para rastrear cualquier posible biodistribución de ingredientes de la tinta del tatuaje en todo el cuerpo. El resultado de estas investigaciones no solo será útil para evaluar los riesgos para la salud asociados con los tatuajes, sino también para juzgar otras exposiciones como, por ejemplo, la entrada de nanopartículas presentes en los cosméticos».
