Encuentran un monumento antiguo en Petra gracias a satélites, drones y Google Earth
Los tiempos cambian, y mucho. Ahora, para encontrar un monumento antiguo no hace falta un viejo mapa y una brújula; basta estar sentado en tu casa, con conexión a internet y un ordenador.
Gracias a imágenes de satélite, drones y Google Earth, un grupo de arqueólogos ha descubierto un enorme monumento «oculto a simple vista» en el parque arqueológico de Petra, en Jordania. Los investigadores Sarah Parcak y Christopher Tuttle publicaron recientemente sus resultados en internet, en The American Schools of Oriental Research.
Petra fue una vez descrita como «una ciudad medio roja medio rosa, tan vieja como el tiempo», remontada al siglo IV a.C. Gran parte de su pasado está bien documentado, desde sus orígenes como una caravana de camellos hasta sus construcciones más ambiciosas. Es uno de los sitios arqueológicos más famosos del mundo, y ha sido explorada por numerosos investigadores desde principios del siglo XIX. Así que este descubrimiento ha sido recibido con gran alegría entre los expertos.
La estructura descubierta tiene un tamaño de 56x49x161 metros. También cuenta con un edificio de 8,5×8,5 metros situado en una gran meseta.
Gran parte de sitio todavía ha de ser plenamente excavado, pero los arqueólogos han reconstruido una buena cantidad del descubrimiento El monumento circundante, hecho con cerámica, sugiere que pudo haber sido construido por los nabateos, alrededor del siglo II a.C. Esa forma y la estructura sugiere que podría haber sido como una plataforma ceremonial pública, que jugó un papel importante en la historia temprana de Petra, su tendencia cristiana durante el período bizantino y su islamismo durante épocas posteriores.
Sin embargo, lo más interesante de la investigación es el uso de técnicas «futuristas» para mirar hacia el pasado. No sólo ha permitido ahorrar una gran cantidad de dinero, sino que puede conducir a los investigadores a los indicios más sutiles de construcciones pasadas, algo que antes habría parecido invisible.
En declaraciones a National Geographic, la co-autora del estudio Sarah Parcak, autoproclamada «arqueóloga espacial», declara que «las imágenes desde el espacio nos muestran cambios muy sutiles pixel a pixel, y vemos diferencias de colores claramente mediante la adición de filtros. Luego, los algoritmos informáticos desentrañan las diferencias entre tierras de cultivo, estructuras urbanas, vegetación, agua, sitios arqueológicos… estos ojos «extra» dan una nueva perspectiva hasta ahora invisible para la búsqueda de ciudades perdidas. La tecnología del futuro está ayudando a salvar nuestro pasado».