La vieja escuela reformatorio de Florida Arthur G. Dozier de Marianna ha sido protagonista del desagradable hallazgo de 55 cuerpos de niños que se 
habían enterrado bajo los pilares del centro.
El descubrimiento se produjo cuando un grupo de antropólogos realizó excavaciones en el cementerio del colegio. Muchas de estas muertes no figuraban en los registros de la institución, lo que alimenta los rumores que corrían sobre el maltrato a los niños en esta escuela.
La escuela permaneció en funcionamiento entre 1900 y 2011, cuando fue clausurada. Cuando abrió sus puertas allí iban a parar los chicos de entre 6 y 18 años con condenas por robo o lesiones, jóvenes con problemas de conducta que venían de otras instituciones y los huérfanos de la región.
Ya en 1914 el gobierno estadounidense cuenta con registros que denuncian que los jóvenes albergados en ese lugar eran víctimas de malos tratos y castigos brutales: eran alojados en condiciones infrahumanas, mal alimentados, encadenados y golpeados.
Los chicos de raza negra eran los que peor lo pasaban. Les obligaban a trabajar en los cultivos de madrea y algodón cuando no eran vendidos a las granja de la región.
