El telescopio que se instalará en la Luna
En la cara oculta
Siempre queremos mirar allá. Por eso, llevamos nuestros telescopios lo más alto posible. ¿Qué tan lejos podemos llevarlos? La respuesta la tendría el telescopio que se instalará en la Luna. La NASA estudia un nuevo proyecto del JPL (Jet Propulsion Laboratory). Sería un radiotelescopio emplazado en un cráter lunar.
En la cara oculta
Saptarshi Bandyopadhyay es tecnólogo en robótica de JPL. Estudia la viabilidad de levantar el radiotelescopio LCRT (Lunar Crater Radio Telescope) dentro de un cráter. Elegirían el lado opuesto de la Luna. Está a salvo de las interferencias humanas.
Su objetivo es diseñar una malla de alambre. Pequeños robots trepadores desplegarían un gran reflector parabólico en un cráter. El tamaño sería de 3 a 5 kilómetros. El estudio busca perfeccionar las capacidades del telescopio y varios enfoques de misión. Así lo informa la NASA.
«Es un radiotelescopio de longitud de onda ultra larga en el lado lejano de la Luna. Tiene enormes ventajas en comparación con los telescopios terrestres». Lo explica Bandyopadhyay.
En la presentación del proyecto publicada por la agencia espacial estadounidense se explicaba esto. Tal telescopio puede observar el universo a longitudes de onda superiores a 10 metros. Se reflejaría en la ionosfera de la Tierra. Podría exhibir regiones en gran parte inexploradas por los humanos.
Escudo lunar
La Luna actuaría como un escudo físico aislando el telescopio. Alejaría la superficie lunar de interferencias de radio y ruidos. Los satélites en órbita terrestre y el ruido de radio del Sol se evitarían.
El LCRT se proyecta con un diámetro de 1 km. Sería el radiotelescopio más grande construido por el ser humano. Podría permitir enormes descubrimientos científicos en el campo de la cosmología. El telescopio que se instalará en la Luna puede cambiar nuestra concepción del cosmos.
Hay otros proyectos seleccionados por la NASA para un mayor desarrollo. Entre ellos, un enjambre de pequeñas naves para estudiar la atmósfera de Venus. También un nuevo sistema aterrizador para cuerpos celestes con atmósferas de baja presión. Se habla de estructuras en otros planetas fabricadas con hongos. Sí, la imaginación de los científicos vuela tan alto como las estrellas.