El ser humano busca desde siempre nuevas fuentes de la eterna juventud. En el camino, la ciencia ha ido descubriendo los factores que facilitan esta meta. Uno más se suma a esta lista. El té ralentiza el envejecimiento, según un reciente estudio.
Los cambios en el estilo de vida pueden retrasar el envejecimiento y prevenir enfermedades relacionadas. Pero el consumo regular del té podría significar una ayuda extra. Beber tres tazas de té con regularidad podría retrasar el envejecimiento. ¿Quién lo dice? Un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet. Lo llevaron a cabo investigadores de la Universidad china de Sichuan. Descubrieron que ciertos compuestos químicos del té, llamados polifenoles, contribuyen a este efecto.
Procesos biólogicos
Los científicos examinaron los datos de unas 8.000 personas chinas de entre 30 y 79 años. También de unos 6.000 voluntarios británicos de entre 37 y 73 años. Recogieron datos sobre las pautas de consumo de alimentos de los voluntarios. Les pidieron que anotaran la cantidad de té que consumían.
El equipo del estudio también midió la tensión arterial, los niveles de colesterol y el porcentaje de grasa corporal de los participantes. Utilizaron estos datos para evaluar la edad aparente de los encuestados. Los investigadores descubrieron que los individuos que beben té con regularidad tienen un proceso de envejecimiento biológico más lento. El fenómeno se atribuyó a los polifenoles. Es un compuesto especial del té derivado de plantas. Los polifenoles son conocidos por su capacidad para combatir el envejecimiento. Lo que hacen es reducir la inflamación y poseen efectos desintoxicantes.
Sin embargo, los investigadores señalaron que su estudio era observacional. No podía confirmar si el consumo de té estaba directamente relacionado con un envejecimiento más lento. Pero observaron que los participantes que dejaban de beber té parecían envejecer más rápido.
¿Más té?
El estudio no investigó si determinadas variedades de té eran más eficaces que otras. No hay diferencias significativas entre los bebedores de té de China y del Reino Unido. La temperatura del té tampoco tuvo ningún efecto. Los investigadores no preguntaron por el tamaño de las tazas de té utilizadas. Pero todo apuntaba a una conclusión general: el té ralentiza el envejecimiento. Piénsalo la próxima vez que te pregunten si quieres otra tacita de té.
