El síndrome postvacacional no existe
Ya estamos prácticamente a mediados de octubre y hace aproximadamente un mes que empezó la época laboral. Los colegios, institutos y universidades empezaron sus cursos, y la mayoría de trabajadores volvieron a sus rutinas aquejados de sus pocas vacaciones y de la pereza que supone volver a trabajar de nuevo.
En casos muy extremos, esta pereza puede dar un paso más allá y producir fatiga, falta de sueño, concentración o apetito, dolores musculares…este conjunto de síntomas suele nombrarse síndrome postvacacional, aunque estos años atrás los expertos han afirmado que no puede confirmarse como patología.
Según informa la Sociedad Española de Psiquiatría, afirma que es un estado de ánimo pasajero y que la irritabilidad, insiomnio o la ansiedad al volver al trabajo no es comparable con otras enfermedades sí reconocidas como la depresión. Según Jerónimo Saiz, presidente de dicha organización, «asociar este estado de ánimo al inicio del trabajo es una coincidencia, pues aquellos que la sufren estaban enfermos previamente. Esta situación es la que sienten muchos un lunes, por ejemplo, y ahí no se requiere de atención médica ni de un tratamiento farmacológico, sino que hay que enfrentarse a la realidad y aceptar la nueva situación».
Y según afirma Juan Carlos Díaz del Valle, psiquiatra del CHUAC, «el síndrome postvacacional ni existe ni ha existido nunca. Los que tienen problemas son aquellos que no pueden tomarse unas vacaciones. Quizá es que nos hemos convertido en una sociedad muy llorica; pregúntales a los africanos que cruzan el estrecho en patera que qué es el síndrome postvacacional. Estamos medicalizando la vida cotidiana y buscamos un remedio médico para problemas que no son una enfermedad».
Para sobreponer este estrés al iniciar el trabajo y para no echar de menos tus vacaciones, podemos darte unos consejos que debes de aplicar a tu vida antes de retomar el trabajo. Hay que volver al trabajo con optimismo y con una actitud positiva, y dedicar tiempo a la familia y a los amigos, planificando el ocio para volver poco a poco a la normalidad y descansar lo suficiente.