El PVC afecta la salud y también al planeta
El cloruro de polivinilo (PVC) es uno de los plásticos más utilizados a nivel mundial. Su versatilidad y bajo costo lo hacen ideal para diversas aplicaciones. Sin embargo, es un material que plantea serias preocupaciones para la salud humana y el medio ambiente.
Para producir PVC utilizan sustancias tóxicas
La Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) publicó un informe sobre los impactos en la salud causados por el PVC. Detalla que algunos aditivos del PVC representan riesgos para las personas y el medio ambiente.
La Comisión Europea solicitó este informe y ahora lo revisa para decidir los pasos a seguir. El informe enfatiza la necesidad de acciones regulatorias. Propone minimizar riesgos de plastificantes, reducir la filtración de micropartículas de PVC y seguir de cerca los retardantes de llama.
Durante la producción de PVC, se liberan diversas sustancias tóxicas. Entre las mismas, se incluyen dioxinas, furanos y metales pesados como el mercurio y el plomo. Estas sustancias pueden contaminar el aire, el agua y el suelo, y afecta tanto a los trabajadores de las fábricas como a las comunidades cercanas.
Las más preocupantes son las dioxinas, porque son altamente tóxicas y pueden causar cáncer, problemas reproductivos y trastornos del sistema inmunológico.
El PVC puro es rígido y quebradizo, por lo que se le añaden aditivos para mejorar sus propiedades. Estos aditivos incluyen plastificantes como los ftalatos, que le dan flexibilidad. Además, le adicionan estabilizantes como los compuestos de plomo y cadmio, que aumentan su durabilidad.
Los ftalatos pueden filtrarse del PVC y entrar en contacto con el cuerpo humano, especialmente en productos como juguetes y artículos de uso doméstico. La exposición a ftalatos se asocia con problemas hormonales, daños en el desarrollo infantil y enfermedades respiratorias.
Uso y Exposición al PVC
El uso cotidiano de productos de PVC también puede ser nocivo. Se utiliza en la fabricación de tuberías, suelos, cables eléctricos, envases de alimentos y juguetes. Cuando estos productos se calientan o queman, liberan gases tóxicos como el cloruro de hidrógeno, que puede causar irritación en los ojos, la piel y las vías respiratorias.
En ambientes cerrados, como en hogares y oficinas, la liberación de estos gases puede contribuir a la contaminación del aire interior.
Descomposición y eliminación del PVC
Este material no es biodegradable y su eliminación representa un desafío ambiental significativo. Cuando lo incineran, libera una mezcla de sustancias químicas tóxicas, incluidas dioxinas y furanos.
Estos compuestos pueden acumularse en la cadena alimentaria, afectando tanto a animales como a los humanos. Además, los vertederos donde se desecha el PVC pueden filtrar sustancias tóxicas al suelo y las aguas subterráneas, afectando también el suministro de agua potable.
Alternativas de reemplazo que son más seguras
Afortunadamente, existen alternativas más seguras al PVC. Materiales como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP) son menos tóxicos y más fáciles de reciclar. Las empresas y los consumidores pueden optar por estos materiales para reducir la exposición a las sustancias nocivas asociadas con el PVC.
Además, la promoción de políticas que fomenten el uso de materiales sostenibles y el reciclaje puede ayudar a minimizar el impacto que produce en la salud y el medio ambiente.
Es un material omnipresente en la vida moderna, pero su uso conlleva riesgos significativos. Adoptar alternativas más seguras y promover prácticas sostenibles puede reducir estos riesgos protegiendo nuestra salud y el planeta.