Un grupo de científicos identificaron un exoplaneta rocoso en el sistema planetario K2-360. Es uno de los más densos jamás descubiertos. El planeta con densidad de plomo contrasta con otros extremadamente gaseosos, tales como Kepler 51. Se presume que puede ser el núcleo de un planeta gaseoso destruido por la cercanía a su sol.
Es un exoplaneta que acumula 7,7 planetas Tierra de masa en una bola de solo 1,6 veces el tamaño de nuestro planeta. Fue descubierto en 2018. Sin embargo, los investigadores no se imaginaban que el exoplaneta resultaría ser la supertierra de período ultracorto (USP) más densa conocida de su clase.
Super masa
Las supertierras son conocidas por tener una masa mayor que la de nuestro planeta. Pero son significativamente menores que la de otros gigantes gaseosos. Tener un USP significa que un año allí es más corto que un día terrestre, en este caso 21 horas.
El planeta con densidad de plomo tiene unos 11 gramos por centímetro cúbico. Los científicos especulan con la posibilidad de que K2-360 b no sea más que el núcleo restante de un gigante gaseoso. Tal vez, este planeta voló demasiado cerca de su sol.
Para intentar resolver el misterio, el equipo creó un modelo del interior de la supertierra. Se basaron en observaciones del exoplaneta y su estrella anfitriona. Sus conclusiones están en un estudio publicado en Nature. El planeta probablemente tiene un gran núcleo de hierro que representa alrededor del 48% de su masa.
Océanos de lava
Además, sugirieron que, en realidad, podría tratarse del núcleo muerto de un mundo que antaño fue mucho más grande. Seguramente residía más lejos de la estrella. Con el tiempo, migró hacia el interior. Allí la intensa radiación eliminó los gases de su atmósfera, dejando un sólido trozo de roca. Es probable que esté cubierto por océanos de lava.
Según los investigadores, las pistas de este escenario se encontraron en la oscilación de la estrella anfitriona. El planeta no está solo en el sistema. Al acecho, más lejos, hay un planeta mucho mayor, K2-360 c, con un tamaño y densidad probablemente similares a Neptuno. Es posible que en el futuro puedan observarse cambios en las rutas planetarias. Así se corroboraría las conclusiones de los científicos.
