El increíble tercer campo de la Tierra
Existencia comprobada
No se sabía qué era. Se sospechaba de su existencia desde hace 60 años. Cada vez que una nave espacial sobrevolaba los polos de la Tierra, se sentía un viento supersónico de partículas, llamado viento polar. Fluye hacia el espacio. Pero no se sabía cómo confirmar si era un campo de energía. El increíble tercer campo de la Tierra ahora es una realidad.
Es un “campo ambipolar” que rodea a la Tierra. Acaba de ser descubierto por el cohete Endurance de la NASA. Hasta ahora se conocían dos campos de energía que crea nuestro planeta. El primero es el campo gravitacional, que se encarga de mantener nuestra atmósfera. Si no hay suficiente gravedad, la atmósfera escaparía al espacio. El segundo campo es el magnético. Es el escudo que protege nuestro planeta del viento solar, la corriente de partículas cargadas que libera el Sol.
En dos direcciones
Ahora, después de años de buscarlo, finalmente se logró ubicar al tercer campo: el ambipolar. Su función es contrarrestar la gravedad y expulsar partículas al espacio. Lo detectó el cohete Endurance. Alcanzó una altitud de 768 kilómetros y midió un cambio en el potencial eléctrico de solo 0,55 voltios.
Eso, dicen los investigadores, es más que suficiente para contrarrestar la gravedad. Es suficiente para lanzarlos hacia el espacio a velocidades supersónicas. El campo ambipolar “eleva los cielos”, dando forma a la ionósfera (una capa de la atmósfera superior). Es “como una cinta transportadora que eleva esta atmósfera hacia el espacio”, explican los investigadores.
El increíble tercer campo de la Tierra es “ambipolar”, porque funciona en ambas direcciones. Los iones arrastran a los electrones hacia abajo mientras se hunden por la gravedad.
Efecto en la Tierra
Al mismo tiempo, los electrones elevan a los iones a mayores alturas mientras intentan escapar al espacio. Y eleva las partículas cargadas de nuestra atmósfera superior a alturas mayores de las que alcanzarían de otro modo. Esto pudo formar nuestro planeta de maneras que aún no se han explorado.
Probablemente el campo ambipolar ha tenido un impacto en la evolución de la atmósfera. Quizás hasta ha dejado su huella en los oceános. Es la primera vez que se logra medir este tercer campo de energía.
“Cualquier planeta con una atmósfera debería tener un campo ambipolar”, concluyen. “Ahora que finalmente lo hemos medido, podemos comenzar a aprender cómo ha moldeado nuestro planeta y otros a lo largo del tiempo” agregan.