El gusano que desintegra plástico
Sí, todos sabemos que el plástico está en todas partes. Uno de los más utilizados es el polietileno. Resulta algo muy difícil de degradar. ¿Cómo reducir su impacto? Un pequeño animal podría ser de ayuda. El gusano que desintegra plástico. El gusano de la cera.
Oxidando plástico
Sus larvas logran descomponer el plástico en un tiempo récord, apenas una hora. El secreto está en su saliva.
Su capacidad para acabar con el plástico fue descubierta en 2017. Pero entonces los investigadores no sabían cómo lo hacía. Federica Bertocchini, del Centro de Investigaciones Biológicas, trató de explicarlo.
Descubrieron que las enzimas presentes en la saliva del gusano son capaces de degradarlo. «El polímero en contacto con la saliva se oxida y se despolimeriza en unas pocas horas». Los resultados del trabajo están en BioRxiv.
«Para degradar el plástico es necesario que el oxígeno penetre en el polímero. Este primer paso de oxidación suele tardar», explica Bertocchini. «Por eso, en condiciones normales el plástico tarda meses o años en degradarse». Pero las enzimas de la saliva del gusano de la cera realizan este paso crucial: oxidan el plástico. «Por lo tanto, aceleran su descomposición», añade.
Evolución de gusano
Además, el equipo ha analizado la saliva y observó un alto contenido en proteínas. Se trata de dos enzimas, bautizadas como Demetra y Ceres. Pertenecen a la familia de las enzimas fenol-oxidasas. La primera «mostraba un efecto importante sobre el polietileno. Deja marcas visibles a simple vista en su superficie. La segunda también oxida el polímero, aunque sin dejar marcas visibles.
Los fenoles son moléculas que las plantas usan como defensa contra enemigos potenciales. Por ejemplo, las larvas de insectos. Como respuesta, los insectos podrían producir enzimas fenol-oxidasas. Así neutralizan los efectos y pueden alimentarse de las plantas sin peligro. Los fenoles también están presentes en muchos aditivos plásticos. Por eso estas enzimas pueden atacarlos también en ese estado.
No se sabe cómo el gusano que desintegra plástico adquirió la capacidad. Podría deberse a un proceso evolutivo. Sea así o no, el hallazgo es notable. Permitiría numerosas aplicaciones en el tratamiento o reciclaje de residuos plásticos.