El fútbol es el deporte más seguido de nuestro país y del planeta, mueve pasiones y crea una industria gigantesca a su alrededor, pero no deja de ser un deporte, y el deporte es salud.
Visto como una actividad física se dicen muchas cosas del este deporte estrella pero normalmente no muchas de los efectos hormonales que éste conlleva. Por eso os contamos que recientes estudios sostienen que tras jugar un partido de fútbol los niveles de testosterona pueden incrementarse nada más y nada menos que un 30%.
Al principio se creía que era un efecto de los países desarrollados, y pensándolo bien, podría formar parte del merchadising. Sin embargo tras estas investigaciones se desprende que podría ser una regla universal ya que de este modo han respondido los miembros del pueblo indígena Chimané.
En Chimané viven unas 15.000 personas repartidas en tribus alrededor del Amazonas que subsisten de la agricultura y la caza, el experimento consistía en medir los niveles de testosterona antes y después de jugar un partido de fútbol y comprobaron que estos niveles aumentaron un 30%.
Además los pichichis del partidos tuvieron un aumento mayor de testosterona lo que esto lleva a pensar que hay más factores que influyen este movimiento hormonal que la mera participación.
