El fósil de lagarto perdido en un museo
Estaba escondido, olvidado. Puede cambiar un capítulo entero de la historia natural. El fósil de lagarto perdido en un museo esconde un gran descubrimiento. Estuvo 70 años en un armario del almacén del Museo de Historia Natural de Londres. Y demuestra que los lagartos modernos se originaron 35 millones de años antes de lo que se creía.
El lagarto ha sido bautizado como ‘Cryptovaranoides microlanius‘. La primera parte de su nombre significa ‘lagarto oculto’, por haber permanecido en un cajón. La segunda parte de su nombre es ‘pequeño carnicero’. Es por sus mandíbulas repletas de dientes afilados para cortar. Probablemente se alimentaba de artrópodos y pequeños vertebrados. Cuando fue descubierto en los años 50 nadie supo reconocer su valor. No existía la tecnología necesaria para exponer sus características contemporáneas.
Cambiando la historia
David Whiteside, de la Escuela de Ciencias de la Tierra de Bristol, vio el espécimen. Estaba en un armario lleno de fósiles de los almacenes del museo. El lagarto estaba catalogado como un reptil fósil bastante común.
Los científicos escanearon con rayos X el fósil. Descubrieron que estaba relacionado con los lagartos modernos.Es claramente un escamoso por diferentes características físicas, como las vértebras del cuello, la arquitectura del cráneo, etc.
«Esto cambia el origen y la diversificación de los escamosos desde el Jurásico medio hasta el Triásico tardío» Lo dice Mike Benton, coautor del estudio. «Esta fue una época de gran reestructuración de los ecosistemas terrestres. Se originaron nuevos grupos de plantas, especialmente coníferas. Y nuevos tipos de insectos. También algunos de los primeros grupos modernos como tortugas, cocodrilos, dinosaurios, y mamíferos», explica.
Fósil importante
«Agregar los escamosos modernos más antiguos completa el cuadro. Entraron en escena como parte de una importante reconstrucción de la vida en la Tierra. Sucedió después de la extinción masiva del final del Pérmico hace 252 millones de años. Y especialmente el Evento Pluvial Carniense, hace 232 millones de años. Los climas fluctuaron entre húmedo y cálido y causó gran perturbación a la vida».
Para los investigadores, el fósil de lagarto perdido en un museo «es muy especial. Uno de los más importantes encontrados en las últimas décadas».