Algo le sucede al cuerpo humano al salir al espacio. ¿Qué pasa cuando dejamos la atmósfera terrestre? El cuerpo de los astronautas se enfrenta a la radiación cósmica. Sus huesos, órganos vitales y estructuras internas están expuestas por completo a este impacto. No hay la protección natural de nuestro campo magnético. Y eso genera el daño a los huesos en el espacio.
Por cada mes que pasan en el espacio exterior los astronautas pierden de 1 a 2 % de la densidad ósea. Los huesos se deterioran rápidamente en el espacio exterior. Lo dice Science Alert. La falta de gravedad les quita presión al caminar, lo que debilita todo su esqueleto.
Perdiendo huesos
Es un daño equiparable al que un humano promedio tendría en décadas. Steven Boyd, director del instituto, asegura que ésta es una de las mayores preocupaciones para las misiones a Marte, que toman años en llevarse a cabo:
«Cuanto más tiempo pasas en el espacio, más hueso pierdes», explica la ciencia. «Tal vez se llegue a un estado estable después de un tiempo, o es posible que sigamos perdiendo hueso».
Algo se suma a la radiación cósmica y la falta de gravedad. Viajar al espacio se enfrenta a la fuerza que requieren los despegues en cohetes. Un estudio de Scientific Reports dice que la estructura ósea de estas personas se ve alterada.
Hay terapias específicas para que los astronautas recuperen la densidad y funcionalidad de sus huesos. Pero pocas veces recuperan su capacidad motriz al 100 %.
Peligro espacial
También la condición aeróbica del organismo se ve afectada severamente por las misiones largas al espacio. Hay menos sangre y menos músculos con los cuales trabajar. Así que volver a la tierra representa un reto para los astronautas. Deben reintegrarse a la vida sobre la superficie una vez más».
Aún así, Jeff Bezos, Elon Musk y otros multimillonarios están impulsando el turismo espacial. En la actualidad, existe una euforia por los viajes cósmicos. Pero no existen seguros médicos que cubran los daños orgánicos para las personas comunes. Los planes para hacer turismo a Marte, sin embargo, continúan. Pero el daño a los huesos en el espacio deberían ser ya parte de la ecuación.
