El ataque de una hormiga preservado en ámbar
El ámbar lo hizo otra vez. Si uno quiere una fotografía tomada hace millones de años, puede confiar en el ámbar. ¿Y qué fue lo que se halló esta vez, preservado en este material? Nada menos que un enigmático insecto depredador… mientras cerraba sus mandíbulas en la presa. No hay duda de que es una “foto” memorable. El ataque de una hormiga preservado en ámbar.
Hormiga del infierno
Investigadores Nueva Jersey (NJIT), China y Francia lo encontraron. Tiene 99 millones de años de antigüedad. Pues bien, el ámbar conserva el depredador del período cretácico, una ‘hormiga del infierno’ (haidomyrmecine). Lo hace mientras atrapa su última víctima, un pariente extinto de la cucaracha. Y se encontró en Myanmar.
Ofrece muchos detalles de una hormiga prehistórica recién identificada, ‘Ceratomyrmex ellenbergeri’. Evidencia que esta y otras hormigas del infierno usaron una vez sus rasgos asesinos. Movían sus mandíbulas en forma de guadaña en un movimiento vertical para sujetar a la presa. Se publicó en la revista ‘Current Biology’.
El linaje de las hormigas del infierno desapareció hace 65 millones de años. «El comportamiento fosilizado es extremadamente raro, especialmente la depredación. Como paleontólogos, especulamos sobre este. Pero ahora vemos a un depredador extinto atrapado en el acto de capturar a su presa. Es invaluable», reconoce Phillip Barden, profesor del del Instituto de Tecnología de Nueva Jersey (NJIT).
Perdiendo los cuernos
La primera hormiga del infierno se descubrió hace unos cien años. Es un misterio por qué estos animales extintos son tan distintos de las hormigas que tenemos hoy. «Las hormigas modernas no tienen cuernos de ningún tipo. Pero algunas especies de hormigas del infierno poseen cuernos cubiertos con dientes dentados», añade.
También se realizó un análisis filogenético para reconstruir las relaciones evolutivas entre las hormigas cretácicas y modernas. Confirmaron que las hormigas del infierno pertenecen a una de las primeras ramas del árbol evolutivo de hormigas.
El fósil finalmente proporciona respuestas firmes sobre cómo funcionó esta clase de depredadores de hormigas. Tuvo éxito durante casi 20 millones de años. Persisten preguntas como: ¿por qué se extinguieron? Ahora buscarán descubrir cómo la extinción impacta a los grupos de manera diferencial.
La sombra de la extinción
«Más del 99% de todas las especies que han vivido alguna vez se han extinguido —recuerda—. Es importante que trabajemos para comprender la diversidad extinta. El ataque de una hormiga preservado en ámbar nos ayuda a comprender por qué ciertos linajes persistan mientras otros desaparecen. Es un recordatorio de que incluso algo tan ubicuo y familiar como las hormigas se extinguen».