El ARN recuperado del demonio de Tasmania
Los genetistas lo consiguieron, contra todo pronóstico. Lograron extraer moléculas de ARN de los tejidos de un animal que se extinguió hace más de 130 años. Los resultados tienen importantes implicaciones para la resurrección de especies ya desaparecidas. El ARN recuperado del demonio de Tasmania es una prueba de ello.
Se les conoce también como los tigres o lobos de Tasmania. Los tilacinos eran grandes animales marsupiales depredadores que vivían en el territorio de Australia. Durante la colonización europea del continente, estos animales fueron declarados plagas agrícolas y cazados activamente. El último tilacino vivo conocido murió en un zoo en 1936.
Primer ARN recuperado
Pero eso no significa que los científicos hayan dejado de estudiar sobre este animal. Por primera vez, los investigadores anunciaron el 19 de septiembre que habían recuperado su ARN. Es el material genético presente en todas las células vivas que presenta similitudes estructurales con el ADN. El material se recuperó de la piel y el músculo disecados de un tilacino. Estuvo almacenado desde 1891 en un museo de Estocolmo.
En los últimos años, los científicos han extraído el ADN de animales y plantas extintos. Incluso, algunos de ellos con más de dos millones de años de antigüedad. Sin embargo, este estudio supone la primera vez que se recupera ARN de una especie extinguida. El ARN es mucho menos estable que el ADN.
«La secuenciación del ARN da una idea de la verdadera biología de este animal. Y de su regulación del metabolismo que tenía lugar en las células y tejidos de los tigres de Tasmania antes de que se extinguieran». Lo afirma el genetista y bioinformático Emilio Mármol Sánchez. Trabaja en el Centro de Paleogenética y SciLifeLab de Suecia, autor principal del estudio.
Especies que renacen
No es el objetivo de esta investigación recrear especies extinguidas. Pero la capacidad de extraer, secuenciar y analizar el ARN antiguo podría impulsar iniciativas similares. de otros científicos para recrear especies extinguidas. El ARN recuperado del demonio de Tasmania también puede descifrar otras claves.
«Si queremos comprender las especies extinguidas, necesitamos saber qué complementos genéticos tienen. Y también qué hacían los genes y cuáles estaban activos».