Es bien sabido que el hombre debe encontrar cuanto antes sustitutos a los combustibles fósiles. Una energía alternativa como la solar, se perfila entre las más aptas para el reemplazo. Sin embargo, la gran noticia es que descubrieron como almacenar energía solar durante casi 20 años. La solución se llama combustible solar térmico.
¿Dejó de ser un problema lograr almacenar energía solar?
Uno de los desafíos que los científicos trataron de superar hasta hoy, es cómo almacenar la energía que los paneles solares recolectan. No se logró aún, desarrollar baterías capaces de guardar la energía generada por el sol. Sin embargo, ¿ya existe una solución?
Un grupo de científicos de la Universidad de Tecnología de Chalmers de Suecia, desarrollaron un fluido que podría ser la solución para almacenar energía solar. Este líquido actúa como una batería recargable, que en vez de entregar electricidad, retorna calor. Se almacena en estado líquido y se puede reactivar cuando se necesita. El almacenamiento de esta energía proveniente del sol puede ser por casi 20 años. Con la ventaja que durante ese tiempo no corre riesgo de descargarse en ningún momento.
Se lo llamó combustible solar térmico y puede ser la solución para almacenar eficientemente esta clase de energía. Es un líquido, en el cual los científicos suecos vienen trabajando desde el 2018. El resultado que lograron es una molécula en forma de fluido.
Características del combustible solar térmico
El combustible solar térmico está compuesto por nitrógeno, hidrógeno y carbono. Asimismo, al exponerla a la luz, su composición atómica se reordena. De esta forma inusual, se convierte en la misma molécula pero ya energizada y por eso pasa a llamarse isómero.
La energía solar proveniente de los paneles solares, es atrapada por los isómeros. Asimismo, aunque el líquido se enfríe a temperatura ambiente, la energía puede permanecer allí almacenada. Si es necesario utilizarla, se inyecta el líquido en un catalizador, y la energía se libera por medio de calor. El combustible solar térmico se probó mediante un sistema energético en las terrazas de una residencia universitaria. Finalmente, los resultados fueron óptimos y muchos grupos inversores se interesaron en el producto.
Según los científicos, el elemento clave es el norbornadieno. Se trata de un hidrocarburo bi cíclico que además es un compuesto orgánico con una densidad energética de 250 v/h por kilogramo. Esto equivale a más del doble que la legendaria Power All de Tesla.
Los mismos científicos suecos desarrollaron un catalizador que cumple la función de filtro. En él, el líquido se calienta a 63 °C. La solución que ya fue utilizada, se bombea al sistema nuevamente para que lo vuelva a reutilizar. Se lograron mejoras en los isómeros que permiten que puedan mantener su capacidad de almacenamiento durante casi 20 años.
El combustible solar térmico se podrá usar en innumerables aplicaciones. Por ejemplo en la calefacción de todo un edificio, o en procesos de esterilización en clínicas y hospitales como también se le podrá dar tantos otros usos. Sin ninguna duda es una gran noticia para el medio ambiente. Por el bienestar de nuestro planeta, ojalá que pronto se termine con la investigación y se pueda utilizar en todo el mundo.
