No es broma ya podemos distinguir cuando se trata de una sonrisa falsa, por compromiso, y una sonrisa de verdad, auténtica que exprese alegría, fíjate bien en los siguientes factores.
Existen las sonrisas falsas porque es el único gesto facial que tiene una versión “diplomática”, de “educación”, de hecho, a diario sonreímos sin sentir las emociones que acompañan esta expresión.
Pues bien un neurólogo francés, Guillaume Duchene de Boulogne, detectó que las sonrisas falsas sólo activan los músculos de los labios y la boca, mientras que la sonrisa auténtica es una respuesta involuntaria a una emoción espontánea que además activa los músculos orbiculares que rodean a los ojos.
Por lo que debes fijarte, si dudas de la sonrisa de alguien, en:
Que el músculo orbital, el de alrededor del ojo, se active, las mejillas se eleven y las cejas bajen, pero si la sonrisa es radiante y amplia podrás detectar patas de gallo y un brillo especial en los ojos.
Cuando se trata de una sonrisa falsa todos estos gestos desaparece, sólo se sonríe con la boca, porque los músculos de los ojos, mejillas y cejas sólo se activan inconscientemente.
Además la sonrisa falsa o se representa muy rápido o muy tarde, suele presentarse de forma asimétrica a un lado de la cara sobre todo en el lado izquierdo.
