¿Cómo desviar un asteroide?
Imagínate que vives en el tiempo de los dinosaurios. Todo marcha bien, pero de repente, ves que algo aparece en el cielo. Una bola de fuego que amenaza con extinguir todo o casi todo. Y no hay nada que la detenga. Porque, por supuesto, nadie se preguntó cómo desviar un asteroide. Pues bien. El 13 de abril de 2029, algo volará cerca de la Tierra. Una roca espacial helada más ancha que la Torre Eiffel. Irá a 30 kilómetros por segundo, rozando la esfera de satélites geoestacionarios del planeta. Es el Apophis, llamado así en honor al dios egipcio del caos. Los científicos piensan que esa órbita hará que su siguiente visita, el 2036, sea peligrosamente cercana.
Nunca es demasiado temprano para pensar en cómo desviar un asteroide. Otra posible amenaza es el asteroide Bennu. En el MIT desarrollaron el REXIS, un modelo que caracteriza la abundancia de elementos químicos en la superficie. Es un mapa de decisiones para identificar la mejor misión posible para desviar un asteroide ante varias hipotéticas situaciones de amenaza. Ayuda a proyectar escenarios de peligrosa cercanía de asteroides. Sung Wook Paek es el autor principal del estudio.
Jugando al billar
En 2007, la NASA concluyó en un informe recomendando la forma más efectiva de desviar un asteroide. Una bomba nuclear lanzada al espacio. La fuerza de su detonación destruiría el asteroide, aunque como resultado el planeta tendría que lidiar con cualquier efecto nuclear. La segunda mejor opción consistía en enviar un «impactador cinético». Un proyectil que, si se apunta en la dirección correcta y con la velocidad adecuada, debería colisionar con el asteroide, transferir una fracción de su impulso, y sacarlo fuera de su trayectoria hacia la Tierra. «El principio básico de la física es como jugar al billar», explica Paek.
Los investigadores probaron su simulación para los asteroides Apophis y Bennu. Para que la opción cinética no falle, se debe conocer con gran certeza cada asteroide.
Con la nueva herramienta de simulación, el equipo planea estimar el éxito de otras misiones de desviación en el futuro. “En lugar de cambiar el tamaño de un proyectil, podemos cambiar la cantidad de lanzamientos y enviar varias naves espaciales más pequeñas para chocar con un asteroide, una por una. O podríamos lanzar proyectiles desde la Luna o usar satélites difuntos como impactadores cinéticos”, explica Paek. «Hemos creado un mapa de decisión que puede ayudar a anticiparnos a los posibles escenarios de una hipotética futura misión de desvío de asteroides» concluye.