Científicamente probado: la marihuana combate las células cancerígenas
Tal vez el papel más conocido de la marihuana entre pacientes con cáncer sea como «aliado» contra la fatiga, la pérdida de apetito o las náuseas que causan algunos tratamientos para combatir el cáncer. Sin embargo, según varios estudios científicos, existen evidencias de que el cannabis podría ser algo más que una vía para combatir los efectos secundarios de la quimioterapia: un agente terapéutico contra las células tumorales. Concretamente existen 68 estudios científicos internacionales, procedentes de los mejores laboratorios de investigación, que demuestran la eficiencia de los cannabinoides presentes en la planta de marihuana en el tratamiento contra cáncer.
Desde la Universidad Complutense de Madrid se acaba de publicar en la revista «Journal of Clinical Investigation» nuevos datos que confirman el potencial anticancerígeno del tetrahidrocanabinol (THC), el principal ingrediente activo de la marihuana. Y lo que es más importante, han desentrañado los mecanismos que intervienen en esta acción antitumoral.
Como si de una cadena de montaje se tratase, el equipo liderado por Guillermo Velasco ha observado (tanto en células humanas, como en ratones con tumores cerebrales), que el THC es capaz de activar una proteína, p8, que a su vez actúa sobre otras piezas importantes en el control del crecimiento tumoral desencadenando en las células cancerígenas un proceso de autofagia. Finalmente, esta autofagia provoca la muerte de la célula tumoral mediante una especie de suicidio programado llamado apoptosis.
Para confirmar que el mecanismo descubierto es el mismo en el caso de los tumores humanos, Velasco y su equipo tuvieron acceso a las muestras de dos pacientes tratados en Canarias con tetrahidrocanabinol dentro de un ensayo clínico piloto realizado en 2006. Y confirmaron que también en células humanas el principal ingrediente del cannabis es capaz de desencadenar esta cascada de señales que acaba con la muerte de las células cancerosas.
Con estas pruebas, el siguiente paso es hacer los ensayos clínicos necesarios para demostrar que los cannabinoides pueden ser realmente efectivos con personas enfermas de cáncer, ya que obviamente, un ensayo con dos personas no es suficiente. Según este equipo, las expectativas de que estas sustancias funcionen en humanos contra las células malignas son esperanzadoras. Es cierto que pueden tener efectos secundarios, pero no son especialmente nocivos (básicamente son los mismos que provocaría fumar hierba). Es más, esos efectos no tienen nada que ver con los que producen técnicas actuales como la quimioterapia. ya que los cannabinoides apenas tienen efectos sobre las células sanas, por lo que “las consecuencias negativas son muy bajas”.