Cáncer: ¿cuestión de azar, herencia o estilo de vida?
Hasta ahora el cáncer se había atribuido principalmente a factores genéticos y a hábitos de vida poco saludables. Pero una nueva investigación de la Universidad Johns Hopkins, en los Estados Unidos, ha revelado que, pese a que influencían factores genéticos y ambientales en el desarrollo del cáncer, la enfermedad es causada mayoritariamente, por mutaciones aleatorias que ocurren cuando las células madre se dividen; así que se podría decir que el cáncer es como «una lotería de la mala suerte».
«Cambiar el estilo de vida y los hábitos será de gran ayuda en la prevención de ciertos tipos de cáncer, pero podría no resultar tan eficaz para toda una variedad de otros (de hecho, para la mayoría)”, sugiere Cristian Tomasetti, profesor de oncología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. “Debemos concentrar una mayor cantidad de recursos en la búsqueda de formas de detectar esos tipos de cáncer desde el comienzo, en fases donde son curables”, agrega.
En el cuerpo hay tejidos que tienen millones de veces más probabilidades que otros de desarrollar un tumor. Ni los factores externos ni los genéticos podían explicar toda esa diferencia ni por ejemplo, por qué los tumores de pulmón son mucho más frecuentes que los de hueso, incluso en no fumadores.
El trabajo cuantifica ahora el papel de la otra gran pieza del puzle: las células madre. Cada vez que una célula madre se divide para generar otra, su ADN se copia y este ADN copiado formará parte de la célula hija. En este proceso suceden, de forma aleatoria, errores que dan lugar a células hijas con un material genético defectuoso. A medida que estos errores se van acumulando (división tras división) en las células de un tejido, las probabilidades de contraer un tumor en ese tejido van aumentando. Anteriormente, esto ya se sabía, pero se desconocía hasta que punto el azar podía determinar el desarrollo de un tumor.
Las células madre no se dividen con la misma frecuencia en todos los tejidos. Existen tejidos en los que las células se auto-renuevan más a menudo. Los científicos calcularon cuántas divisiones celulares hay en 31 tejidos del cuerpo a lo largo de toda una vida y demostraron que ese número está fuertemente correlacionado con el riesgo de sufrir un tumor en esos tejidos. Cuantas más divisiones hay en un tejido determinado más riesgo existe de que ocurran errores en la división (de la misma forma que cuanto más juegas a la lotería más probabilidades tienes de que te toque). En total, en torno al 65% de los tumores se explicarían por este factor suerte, según sus datos.
Un ejemplo: en el colon hay unas 150 veces más divisiones de células madre que en el duodeno, lo que explica por qué en él los tumores son hasta 30 veces más frecuentes aunque los riesgos hereditarios sean los mismos.
Esto es importante no sólo para la comprensión de la enfermedad, sino también para el diseño de estrategias para detectar el tumor a tiempo y así limitar la mortalidad.