Cambios en la variación genética de los animales
El cambio climático
Sabemos que los humanos dejamos la huella más fuerte sobre el planeta. Modificamos la naturaleza. Los suelos. La atmósfera. Y ahora también estamos propiciando cambios en la variación genética de los animales. ¿La razón? El cambio ambiental que la humanidad ocasiona. Afecta a miles de especies de peces e insectos, pero también aves y mamíferos. Así lo ponen de manifiesto investigadores de la Universidad McGill, en Montreal (Canadá) en un estudio cuyos resultados se han publicado en la revista ‘Ecology Letters’.
El efecto de los humanos
Las especies dependen de la variación genética para adaptarse y evolucionar en respuesta al cambio ambiental. Muchas especies de las que depende el humano pueden desaparecer a medida que crece su susceptibilidad a la pérdida de hábitat, la contaminación y el cambio climático.
Se suele observar el efecto de los humanos en la biodiversidad del planeta a través de la ‘lente’ de las extinciones de especies animales. Pero hasta ahora no estaba claro en qué medida estaban los humanos erosionando la capacidad de la biodiversidad para mantenerse.
Un equipo de biólogos de la Universidad McGill decidió investigar los cambios en la variación genética de los animales. Recurrió a los depósitos de datos genéticos más grandes disponibles, acumulando más de 175.000 secuencias de más de 27.000 poblaciones de 17.082 especies animales.
Cómo impactamos en el mundo
Utilizando el año en que se recopiló cada secuencia genética y sus coordenadas espaciales, los autores pudieron evaluar si el efecto de los humanos ha resultado en tendencias temporales (aumento, disminución o sin efecto) entre 1980 y 2016. Una investigación previa de esta relación no se centró en rastrear la diversidad en el tiempo. Ni la forma en que cambia en el espacio.
«Estábamos seguros de que debíamos incluir estos factores en nuestro estudio. Tienen efectos importantes sobre los patrones de diversidad genética e impactan en las conclusiones que hacemos», dice en un comunicado la autora principal del estudio, Katie Millette. Es candidata a Doctorado en el Departamento de Biología de McGill.
Según Millette, esta es actualmente su mejor estimación de cómo los humanos están impactando en la diversidad genética animal en todo el mundo. «Descubrimos que existe un efecto de los humanos en la diversidad genética animal. Pero es una cuestión de especies y escala espacial porque encontramos casos casi iguales de aumento frente a tendencias decrecientes», comenta.
Pérdida de adaptabilidad
Por su parte, el coautor y profesor de biología en McGill, Andy González, explica que «la pérdida de diversidad genética obstaculizará la capacidad de las poblaciones de plantas y animales para adaptarse a entornos cambiantes». «Necesitamos monitorear a diversidad genética de la vida silvestre para que podamos entender mejor dónde, cuándo y por qué está disminuyendo en algunos lugares y aumentando en otros». Sin este conocimiento, se tendrá poca advertencia de las pérdidas de muchas especies o la propagación invasiva de otras.
Sí, los humanos cambiamos el mundo. Pero no siempre para mejor. Los cambios en la variación genética de los animales pueden acarrearnos problemas más grandes de lo que imaginamos.