Bacterias genéticamente modificadas para abejas
¿Bacterias genéticamente modificadas? ¿Para qué? Hace poco, se eligió a las abejas como el animal más importante del planeta. Lo decidió la Real Sociedad de Geografía de Londres. Es el único ser vivo que no propaga ningún tipo de enfermedad por hongos, virus o bacterias. No transporta patógenos. Pero su población está cada vez más afectada. Un número cada vez mayor de colonias de abejas melíferas en los Estados Unidos ha visto la disminución de sus abejas adultas. Los apicultores perdieron casi el 40% de sus colonias de abejas melíferas el invierno pasado. Se pensó en una solución: bacterias genéticamente modificadas… para abejas.
Cuidando abejas
Las crearon científicos de la Universidad de Texas en Austin. Cepas de bacterias genéticamente modificadas para proteger a las abejas melíferas de plagas que producen el colapso de sus colonias.
Las bacterias modificadas viven en el aparato digestivo de las abejas melíferas. Actúan como fábricas biológicas, bombeando medicamentos que protegen a las abejas. En especial contra los ácaros ‘Varroa’ y el virus del ala deformada.
Los investigadores creen que su método algún día podría ampliarse para uso agrícola. Las bacterias manipuladas son fáciles de cultivar. La inoculación de las abejas es sencilla. Y es poco probable que las bacterias manipuladas se propaguen más allá de las abejas.
Aumentando las probabilidades
«Tiene implicaciones directas para la salud de las abejas», asegura Nancy Moran, profesora de Biología Integrativa. Es la investigadora principal del estudio. «Esta es la primera vez que alguien mejora la salud de las abejas mediante la ingeniería genética de su microbioma». Eso agrega en un comunicado Sean Leonard, también primer autor del estudio.
Los ácaros ‘Varroa’ y el virus del ala deformada a menudo se juntan. A medida que los ácaros se alimentan de las abejas, pueden propagar el virus. Al tiempo que las debilitan y las hacen más vulnerables a los patógenos en el medio ambiente.
El equipo diseñó una cepa de bacterias para atacar el virus y otra para los ácaros. Las abejas tratadas con la cepa de bacterias que atacan al virus tenían un 36,5% más de probabilidades de sobrevivir hasta el día 10.
Sin las abejas melíferas, docenas de cultivos, desde almendras hasta bayas y brócoli, desaparecerían.
Las abejas tienen un ecosistema de bacterias en sus intestinos llamado microbioma. También un mecanismo de defensa antiviral llamado interferencia de ARN (RNAi) que ayuda al cuerpo a combatir ciertos virus, llamados virus de ARN. Cuando se introduce un virus de ARN, produce moléculas llamadas ARN de doble cadena que detecta una célula sana. Desencadena una respuesta inmune de ARNi.
«Por lo general, solo se obtienen signos de estas moléculas cuando un virus de ARN se está replicando -apunta Moran-. Es una señal de que esto podría ser algo malvado y deberías atacarlo».
¿Cómo se inocula la cepa?
Rociadas con una solución de agua azucarada que contenía la bacteria, las abejas se acicalaron e ingirieron la solución. Esto llevó a los sistemas inmunes de las abejas a prepararse para protegerlas contra el virus del ala deformado, que es un virus de ARN. Y provocó que los propios sistemas inmunes de los ácaros lucharan y finalmente los mataran.
Este tipo de bacterias genéticamente modificadas es altamente especializado para vivir en el intestino de la abeja. No puede sobrevivir por mucho tiempo fuera de él y protege contra un virus que ataca solo a las abejas. Aun así, se necesitará más investigación para determinar la efectividad y seguridad del tratamiento en entornos agrícolas.