Aprender idiomas es bueno para el cerebro
Estamos cansados de oír por todas partes que aprender idiomas es sinónimo de asegurarnos un buen futuro y un puesto de trabajo. Pues bien, aprender idiomas, además tiene otras ventajas. La mejor forma de ejercitar nuestro cerebro para que no se “seque” es estudiar distintas lenguas. Los idiomas son la manera más eficaz de conseguir evitar daños como el Alzheimer.
Según un estudio de la University College de Londres, los niños que desde pequeños estudian varios idiomas, tienen un mayor desarrollo cognitivo, desarrollan más reflejos y resuelven problemas con mayor rapidez. Estudiar idiomas aumenta la densidad de la materia gris.
Un estudio realizado por la Doctora Ellen Bialystok comparó los cerebros de diferentes personas con Alzheimer en el que concluyó que las personas investigadas eran todas del mismo rango de edad y que, pese a tener la enfermedad, el cerebro de las personas bilingües respondían mejor a las pruebas realizadas ya que tenían menor degeneración, además de mostrar los síntomas entorno a cinco años después que las personas que no habían estudiado idiomas.