Algunos antibióticos podrían aumentar el riesgo de tener cálculos renales
Sufrir un cálculo renal es una de las experiencias más dolorosas que puede sufrir un ser humano. Durante las últimas décadas, el número de personas que desarrollaron estos problemas ha aumentado, y los médicos no han sabido porqué.
Ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores del Hospital de Niños de Filadelfia (CHOP) sugiere que cinco clases de medicamentos, todos recetados para diversas infecciones, podrían ser los culpables de este aumento.
Los cálculos renales son trozos de minerales acumulados en los riñones, producidos cuando el cuerpo no filtra correctamente la orina. El mecanismo exacto detrás de la formación de cálculos renales sigue siendo un tema turbio. Varios factores influyen, como la predisposición genética, enfermedades inflamatorias intestinales, las glándulas paratiroideas hiperactivas o la obesidad. Hay otras asociaciaciones, como las nueces, el consumo excesivo de cafeína y la ingesta excesiva de calcio, suplementos o antiácidos.
Recientemente se propuso un posible papel de los antibióticos después de que varias investigaciones descubrieron que los pacientes con cálculos renales tenían alterado los microbiomas intestinales en comparación con los que no tenían cálculos.
Con la intención de profundizar en este hecho, el equipo usó registros electrónicos de salud de clínicas de todo el Reino Unido para comparar los historiales médicos de caso 26.000 niños y adultos con cálculos renales con más de 259.000 controles.
Los hallazgos, publiados en el Journal of the American Society of Nephrology, indicaron que los pacientes que tomaron sulfas, cefalosporinas, fluoroquinolonas, nitrofurantoína y penicilina tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar cálculos renales entre tres meses y cinco años más tarde en comparación que con pacientes que no los tomaron.
Las sulfas, una clase de medicamento que también se usa como diurético, parece ser lo peor: los sujetos que tomaron un curso de sulfamidas tuvieron un 133% más de probabilidades de tener cálculos renales que otros sujetos de la misma edad y sexo que no lo hicieron. Las penicilinas eran la medicina que menos aumentaba el riesgo, con un 27%.
El análisis de datos también reveló que el vínculo estadístico entre la exposición a antibióticos y los cálculos renales fue más fuerte en niños y adultos jóvenes, una correlación que ayuda a explicar por qué el aumento en casos de cálculos renales pediátricos ha sido particularmente dramático en los últimos 30 años.
En una declaración, el autor principal, el doctor Gregory Tasian, señala que los niños reciben más antibióticos en general que cualquier otro grupo de edad, y que alrededor del 30% de estas prescripciones son innecesarias.
«Nuestros hallazgos sugieren que las prácticas de prescripción de antibióticos representan un factor de riesgo modificable: un cambio en los patrones de prescripción podría disminuir la actual epidemia de cálculos renales en los niños».
En el futuro, estos expertos quieren estudiar cómo los cambios específicos en los microbiomas de los jóvenes puede conducir a tener cálculos renales.