Un estudio reciente realizado sobre el ADN de perros antiguos reveló que conviven con los humanos desde hace más de 11000 años. Esto demuestra que los canes fueron fieles compañeros de los seres humanos y fue el primer animal domesticado.
El ADN de perros antiguos revela mucha información
En el estudio, que se publicó en la revista científica Science, participaron arqueólogos de 10 países. Además, para secuenciar los genomas, intervinieron investigadores de las Universidades de Oxford, de Viena y del Instituto Francis Crick. El estudio consistió en rastrear el genoma de 32 perros antiguos que se hallaron en Europa, Siberia y el Cercano Oriente. Estos animales vivieron en esas zonas entre 100 y 11000 años atrás.
Los resultados revelaron que al menos cinco linajes de razas de perros coexistieron con el hombre desde fines de la Edad del Hielo. Demuestra además la gran proliferación genética que se desarrolló con los canes durante el período Paleolítico, cuando el hombre era cazador y recolector.
Numerosas razas convivieron con el hombre de la Edad de Hielo
Según el estudio, muchas de las razas que en la actualidad existen, conviven con el hombre desde la Edad del Hielo. Los cinco linajes principales de los que descienden los actuales perros son:
- Mesolítico de Carelia
- Neolítico del levante
- América antigua
- Mesolítico del lago Baikal
- Perro cantor de Nueva Guinea.
Algunas razas pueden rastrearse como el mastín tibetano, que tiene en su ascendencia mezcla de canes de la estepa de la Edad de Bronce y el perro cantor de Nueva Guinea. O las razas Chihuahua y Xoloitzcuintle, que tienen lejano parentesco con el linaje América antiguo.
Se desconoce cuando se inició la relación hombre y lobo en la prehistoria
La relación entre los cánidos y los seres humanos se identifica bien a través de la historia, aunque no sabemos a ciencia cierta cuando fue el inicio. Se sabe que el perro y el lobo prehistórico convivieron, pero el misterio es cuando iniciaron esa relación.
A través de estudios como este, se amplía la secuenciación de genomas con 27 cadenas nuevas de perros antiguos. Su análisis arroja por resultado que los perros antiguos no comparten su genética con los actuales lobos, como siempre se creyó. El flujo genético de los lobos se limitó desde la domesticación. Sin embargo es más sustancial desde el perro al lobo.
El estudio también reveló que a través del movimiento de los perros, se puede estudiar el comportamiento de los humanos que los acompañaban. Los investigadores compararon el genoma de 17 humanos que se hallaron junto a los canes. Se demostró que el origen de los animales que acompañaban a los humanos procedían de distintos linajes, de Siberia y el Cercano Oriente.
Estos linajes de razas muy antiguas se perdieron con el paso del tiempo, y en la actualidad ya no son rastreables. Sin embargo, hace cuatro o cinco mil años, Europa tenía gran diversidad de razas de perros domésticos. Muchas de las actuales mascotas, provienen de esas razas de una antigüedad que no es tan lejana.
