Una vacuna personalizada para tratar el melanoma
Dos ensayos clínicos de primera frase han demostrado con éxito el uso de vacunas personalizadas contra el melanoma en seres humanos. El objetivo de ambos estudios, publicados por separado en la revista Nature, no solo era mostrar la eficacia de la vacuna, sino demostrar su seguridad y que debe de ser probado con más personas.
En el primer estudio, seis pacientes con melanoma fueron examinados, y después de 25 meses, cuatro de ellos no tuvieron más caídas. Los otros dos sí siguieron en tratamiento, ya que el cáncer se había propagado a sus pulmones en el momento en el que comenzó el estudio.
Siguiendo con este tratamiento, el doctor Ugur Sahin y su equipo adaptaron estas vacunas a 13 pacientes con melanoma; de estos, ocho pacientes estaban completamente libres de cáncer a los 23 meses. Las células T se habían infiltrado correctamente y destruido los tumores, como resultado de la respuesta provocada por la vacuna.
Una de las dificultades en la creación de una vacuna contra el Sin embargo, cáncer se debe a un mecanismo del cuerpo llamado «tolerancia central», que impide que las células T vayan a por las propias células del cuerpo: eso hace que las células T no tengan a los tumores en sus objetivos. Esto es una barrera difícil de superar cuando se intenta crear una vacuna, ya que efectivamente se tiene que «enseñar» al sistema inmunológico a atacar a las células cancerosas, pero no a las sanas.
Sin embargo, cuando surge un tumor, se desarrolla un marcador en la superficie que no aparece en las células sanas. Mediante la creación de vacunas contra el cáncer con marcadores específicos para el paciente, los investigadores pueden ser capaces de superar esta barrera. Con esta información, los investigadores están buscando crear una vacuna que de lugar a la producción de células T que tengan en su objetivo esos marcadores. El objetivo es sencillo: aumentar el número de células T dentro del cuerpo que se dirijan a los marcadores cuando surge un tumor, y destruirlo así antes de que se desarrolle.
Por desgracia, aunque estos resultados son prometedores, no podemos emocionarnos aún. El tratamiento todavía necesita más desarrollo, y tiene que pasar muchos más ensayos clínicos antes de que sea una opción viable.