Cuánto desconocemos sobre el cerebro, una de las estructuras más complejas del universo. Un grupo de investigadores ha encontrado que el cerebelo, que se creía que regulaba los músculos, puede encargarse de otras cosas.
El cerebelo se compone, en gran parte, de lo que se conoce como células granulares: un número de diferentes tipos de neuronas. Los expertos de la Universidad de Stanford han descubierto que, en los ratones, la actividad de estas células granulares se disparaba cuando los roedores se anticipaban a una recompensa. Esto hace pensar que puede haber más actividad en el cerebelo de lo que se creía.
La estrutura del cerebelo no se ha estudiado tanto como el resto del cerebro; sin embargo, alberga muchísimas dudas, puesto que aunque solo ocupa el 10% de su volumen, contiene el 80% de neuronas del órgano. En su densidad está la clave de su complejidad para ser analizado, puesto que el tejido es muy denso y las técnicas habituales para sondear el cerebro y su actividad no son del todo eficientes.
«Teniendo en cuenta que gran parte de las neuronas residen en el cerebelo, ha habido pocos avances en su análisis, esto explica lo poco que sabemos sobre él», afirma Mark Wagner, coautor del estudio, en un comunicado de prensa.
Según los autores, este descubrimiento es «una gran salida de la comprensión actual de las neuronas», y se espera que estimule futuros estudios para investigar con más detalle lo que está pasando en nuestras cabezas.
