Una nueva molécula podrá permitir utilizar el CO2 como combustible
Según informa Journal of the American Chemistry Society, un equipo de la Universidad de Indiana, dirigido por el profesor Liang Li-Shi, ha trabajado en un nuevo modo de reciclar el dióxido de carbono en fuentes de combustible gracias a la luz solar y una molécula química especial.
Dicha molécula es una pieza de nanografeno adjunto a un átomo de renio. El nanografeno actúa como un colector solar, absorbiendo su energía y transmitiéndola al renio, que rompe las moléculas de dióxido de carbono en monóxido de carbono, que se puede usar como combustible.
Para abordar la temática del calentamiento global, no solo se debe reducir las emisiones de carbono, sino que hay que buscar maneras eficaces de reciclarlo. «El monóxido de carbono es una materia importante en muchos procesos industriales», afirma Liang Li-Shi en un comunicado. «Es, también, una manera de almacenar energía como combustible, ya que no se añade más carbono a la atmósfera. Simplemente ‘vuelves a utilizar’, por decirlo de algún modo, la energía que ya se utilizó».
Los efectos del renio en la reducción del dióxido de carbono ya eran conocidos por los investigadores de antemano: se utilizaba en las moléculas de bipiridina, material para construir catalizadores que reducen la contaminación. El inconveniente es que este material solo puede utilizarse con luz ultravioleta, algo muy poco usual. Al equipo se le ocurrió utilizar el grafeno (una capa de átomos de carbono) para absorber la mayor cantidad posible de luz solar y transferirlo a dicha energía.
El filo de nanografeno actúa como una célula solar; la luz genera un canal de corriente en el material, haciendo que el «motor», el renio, actúe rompiendo la molécula de CO2 y liberando monóxido de carbono.
El avance no es sino un primer paso, aunque realmente grande. El equipo ha afirmado que les gustaría que la molécula sea más resistente para que dure más tiempo y que no tenga que estar en forma líquida. También esperan encontrar un sustituto para el renio, que es un material muy raro; creen que el magnesio, que es más barato, podría funcionar.