Un estudio de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres concluyó que el cerebro no se desarrolla plenamente en la infancia, como se cree hasta ahora, sino que no madura totalmente hasta los 30 o 40 años de edad.
La parte frontal del cerebro es la que más tarda en completar su desarrollo, es la región que verdaderamente nos hace humanos, donde se encuentran las funciones de toma de decisiones, la planificación de acciones, el comportamiento y la relación social, además de la empatía, la comprensión y los rasgos de la personalidad.
Esta parte del cerebro sigue cambiando hasta incluso los 40 años de edad en el caso de algunas personas. En la infancia el cerebro comienza a cambiar, en la adolescencia se organiza y a partir de ese momento va cambiando, por ello a medida que vamos creciendo cambiamos la manera de pensar, de comportarnos, de relacionarnos con los demás y nuestra personalidad va madurando y consolidándose poco a poco.
Este estudio explica ciertos comportamientos de personas adultas como si fueran adolescentes, como el mal humor, las discusiones sin fundamentos e incluso acciones infantiles, ya que su cerebro aún no es maduro para realizar las acciones con total coherencia.
Además, cuando el cerebro alcanza su punto culmen de madurez a los 40 años, comienza a ralentizarse y a reducir su ritmo hasta llegar a la vejez, por eso, a partir de esa edad somos más lentos para tomar decisiones y realizar acciones, aunque siempre serán más racionales ya que el cerebro será lento pero maduro.
