Si las comedias adolescentes no van mal encaminadas, perder la virginidad es una combinación de circunstancias. Sin embargo, los científicos están empezando a encontrar que la genética también podría desempeñar un papel importante.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han identificado 38 genes que se correlacionan con la edad en que se pierde la virginidad. Algunos de estos genes representan funciones como la liberación de hormonas sexuales y la edad en que comienza la pubertad, mientras que otros están relacionados con funciones neurocognitivas que afectan al comportamiento. Por ejemplo, tener una pubertad temprana está relacionado con perder la virginidad antes.
Por supuesto, y como los propios investigadores señalaron, hay una gran cantidad de otros factores no genéticos que también juegan un papel importante. Pero confirman que la genética representa una factor tal como el comportamiento social y cultural, la creencia religiosa, la presión de grupo o la vigilancia de los padres.
«Hemos sido capaces de calcular por primera vez que hay un componente hereditario para la edad de la primera relación sexual, que se trataría de un 25%», afirma John Perry, autor principal del estudio hecho en la Universidad de Cambridge.
El estudio incluyó el análisis del genoma de 125.667 personas del Reino Unido. A continuación, se pasó a comparar estos resultados con 241.910 personas de los Estados Unidos e Islandia.
Un gen conocido como SARM, que se asocia con una mayor edad de la primera relación sexual, se encontró que estaba ligado a la irratibilidad de la persona. CADM2, que parece que se relaciona estrechamente con una pérdida temprana de la virginidad, se asoció a un comportamiento de riesgo. El estudio sugiere que estos dos genes pueden afectar el comportamiento que podría conducir a la pérdida de la virginidad en un momento u otro.
El mismo equipo ha realizado estudios previos que ha encontrado una relación entre la primera relación sexual a una edad temprana y malas notas en el colegio, buena salud física y bienestar mental.
