El Adviento se relaciona con la celebración de la Navidad cada 25 de diciembre, y es un término que deriva de “adventus”. Comenzaron a practicarlo en el norte de Italia en el siglo V d.C., los creyentes se preparaban mediante ayunos, reflexiones y oraciones, honrando valores cristianos.
El Adviento: Recorriendo su historia
A partir del siglo VI, con el cristianismo ya consolidado, comenzaron los primeros preparativos para la Navidad, y así nació el Adviento. En Francia, los feligreses celebraban la Cuaresma de San Martín, que por un período de cinco semanas, incluía abstenciones sexuales, oraciones y ayunos.
Actualmente, es la primera estación del año litúrgico. Se considera como un período de preparación antes de recibir a Cristo. Se celebra durante cuatro domingos antes del 24 de diciembre. Cada uno de esos domingos anteriores a la Navidad tienen un significado diferente. Representan las virtudes cristianas y tienen su orden en esa representación. El amor, la alegría, la esperanza y la paz.
En la iglesia, el Adviento se simboliza con una corona de hojas perennes que se ilumina con velas. La comenzó a utilizar, Johann Wichern, en 1838. Él era un pastor luterano que quiso ayudar a que sus feligreses contaran los días que faltaban para la Navidad.
En la actualidad, la corona también se utiliza y tiene cuatro velas. Tres de esas velas son de color morado, es el color tradicional del Adviento. La cuarta vela es de color rosa. Una quinta vela se coloca en el centro y se enciende en Nochebuena.
El calendario de Adviento
Asimismo, comenzó otra tradición que nació en Alemania y se dispersó por el mundo, los calendarios de Adviento. Las familias con niños del siglo XIX buscaron la manera de que sus hijos aprendieran a contar los días que faltaban para Navidad. Los luteranos alemanes comenzaron marcando las puertas con tizas. Otros padres anticipaban el nacimiento de Cristo leyendo cada día versículos de la biblia.
Hasta que en 1908, un impresor alemán tuvo la idea de imprimir un calendario de Adviento y fue el primero de la historia. Gerard Lang, el impresor, recordaba que en su infancia, su madre realizaba un calendario con pequeñas puertas de cartón que representaban cada día. Detrás de cada una de ellas, escondía un caramelo. Una vez mayor, Lang adaptó la idea de su madre y la popularizó en toda Alemania.
Los calendarios de Adviento impresos tuvieron un impasse durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, cuando terminó, en 1946, otro impresor, Richard Sellmer consiguió permiso de las fuerzas de ocupación para imprimir calendarios de Adviento. Los estadounidenses llevaron la tradición al otro lado del Atlántico.
En 1953, el presidente Dwight Eisenhower se fotografió con su nieto abriendo un calendario de Adviento y la costumbre se popularizó aún más. En este tipo de calendarios, los días comienzan a contarse desde el 1º de diciembre. Actualmente, son muy coloridos, tienen infinidad de formas y están construidos con diversos y atractivos materiales, pero su significado continúa siendo el mismo.
