La sexualidad del Antiguo Egipto fue considerada aberrante e inmoral
Mucho se estudió de Egipto y la vida en la antigüedad. Pero es poco lo dicho sobre los faraones y la sexualidad en el Antiguo Egipto. Los primeros exploradores destruyeron muchas pruebas de esa época. Esto sucedió porque las consideraban inmorales. Otras tantas, acabaron en el anonimato de colecciones privadas donde nunca vieron ni verán la luz, aunque pertenecen a toda la humanidad.
La sexualidad del Antiguo Egipto se ocultó porque avergonzaba
Lo cierto es que hasta la década de 1980, se desconocieron algunos estudios sobre la sexualidad en el antiguo Egipto. Por ejemplo el Papiro Erótico de Turín, que data del 1150 A C. El documento detalla las orgías que consumaban faraones, sacerdotes y la clase alta en esa época. Al descubrirlo, Champollion lo catalogó como una monstruosa obscenidad.
Algunas de sus costumbres, en la actualidad las consideraron impropias e incluso aberrantes. Otras son más naturales, aceptadas e inclusivas en estos tiempos. Aunque se debe de tener en cuenta que ocurrieron hace miles de años atrás.
En primer medida, la masturbación estaba permitida y bien vista, incluso para ellos significó el modo en que el dios Atum creó el mundo. Atum significa “el que existe por sí mismo” y, producto de su semen nacieron sus hijos dioses y también el curso del río Nilo, luego de una masturbación.
Aceptaban el sexo oral. Prueba de ello es que Cleopatra fue famosa por este hecho. Incluso las mujeres que lo practicaban en forma profesional, llevaban sus labios pintados. Nació del mito del asesinato de Osiris por parte de su hermano Seth, quien descuartizó el cuerpo y los diseminó por todo Egipto. La mujer y la hija de Osiris viajaron por todo el reino recolectando las partes del cuerpo de Osiris. Encontraron todo menos su miembro viril. Por eso, su esposa lo realizó en arcilla y le devolvió la vida mediante el sexo oral.
Aceptaban las uniones de parejas muy jóvenes y el concubinato
Las uniones maritales se realizaban cuando la mujer tenía 14 años y los hombres 16, aunque no hay registro de ello. La poligamia se permitió, pero resultaba oneroso tener varias esposas. Por esto es que solo lo podían concretar funcionarios o clase alta.
Era frecuente tener un gran número de concubinas, aunque el rol de la mujer legítima debía prevalecer dentro del hogar. El faraón Ramsés II, con 91 años de edad, tenía 20 reinas y un número muy alto de concubinas. Se dice que tuvo más de 100 hijos.
Habitualmente tenían prácticas que hoy no se aceptan
El incesto se aceptó, sobre todo en las clases altas y en las familias de los faraones, que deseaban una descendencia de sangre real. Las relaciones entre hermanos eran aceptadas, incluso las de padre e hija. El incesto formaba parte del ritual de iniciación cuando llegaba la adolescencia.
La zoofilia era también una práctica común, siempre se ve al animal tomar el papel masculino y a la mujer, el femenino. Otra costumbre aberrante que llevaban a cabo es la necrofilia. Era permitido mantener sexo con los cadáveres antes de enterrarlos.