¿Qué soluciones para la infertilidad había en la Edad Media?
Desde testículos de cerdo triturados hasta "análisis" de orina
La doctora Catherine Rider, historiadora medieval de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido, ha estado revisando recientemente una serie de textos médicos y religiosos de entre los siglos XII y XV que nos dejan ver la cantidad de remedios extraños y anticientíficos para combatir la esterilidad. Muchos fueron escritos en latín, el idioma de las élites, pero otros textos fueron traducidos al inglés o al francés, modificados para personas con menos cultura.
Según el Liber de Diversis Medicinis, una recopilación de «recetas» médicas del siglo XVI, «si un hombre desea que una mujer conciba a un niño debe comer nepeta -una planta- hervida en vino hasta que se haya reducido a un tercio de su volumen original, y beberlo durante tres días con el estómago vacío«.
Otro consejo más «gore» opta por «tomar los testículos de un cerdo, secarlos y molerlos, y beberlos con vino durante tres días«, aunque no esclarecía si esto debía de ser consumido por el hombre o la mujer.
La cosa no queda ahí: en un libro sobre ginecología escrito en el siglo XII, de autor anónimo, se recomienda orinar sobre una olla y dejarla a la intemperie durante nueve o diez días; si después de esto aparecen gusanos, se consideraba que eras estéril.
«Aunque la mayoría de médicos tendían a culpar a la mujer cuando se producía la infertilidad, hay ciertos textos académicos y de médicos reputados de la época que también achaca dicha disfunción a los hombres«, afirma Catherine Rider. Sin embargo, «es difícil saber si dichos libros eran consumidos por más mujeres u hombres».