Los fragmentos del Manuscrito del Mar Muerto
Se hallaron en Judea
Está escrito en griego, no en hebreo y arameo como usualmente. Lo encontraron arqueólogos israelíes. Los fragmentos del Manuscrito del Mar Muerto hallados recientemente tienen una característica especial: es el primer hallazgo en su clase en 60 años. Contiene partes del libro de los 12 profetas menores, incluidos Zacarías y Nahum. Lo informa la Autoridad Israelí de Antigüedades, citada por Haaretz.
Pieza del rompecabezas
Es probable que el nuevo descubrimiento sea una parte faltante de un pergamino de los Profetas Menores descubierto en 1952. Incluía la profecía de Miqueas sobre el Fin de los Días y el surgimiento de un gobernante de Belén. Algunos constituyen el testimonio más antiguo del texto bíblico encontrado hasta la fecha. Son una colección de 972 manuscritos y la mayoría datan del año 250 a. C. al año 66 d. C.
En los mismos trabajos de excavación se halló algo más. Puede ser la canasta sobreviviente más antigua del mundo. Hecha de cañas tejidas, tiene más de 10.500 años, según la datación por radiocarbono. Ese es el período Neolítico, anterior a la llegada de la cerámica a la región (la cerámica surgió en el este de Asia mucho antes).
La canasta sobrevivió todos estos años debido al notable calor y la aridez de su ubicación. Estaba en las cuevas de Muraba’at en la reserva de Nahal Darga. Tenía una capacidad de alrededor de 90 a 100 litros. Quizás se usara para almacenamiento. Sin embargo, no había restos en el interior para indicar lo que podría haber almacenado.
Otros vestigios
Los topógrafos también encontraron los restos momificados de forma natural de un pequeño. Completo con pelo, el cuerpo data de hace unos 6.000 años, anterior a los pergaminos en unos cuatro milenios. La criatura aparentemente tenía entre 6 y 12 años.
¿Algo más? Sí. Los fragmentos de los Manuscritos del Mar Muerto estaban cerca de un alijo de monedas. Son de los días de la desafortunada revuelta de Bar Kojba contra los romanos en 133-135 de nuestra era. Las monedas llevan los símbolos judíos típicos de la época: un arpa y una palmera datilera.
Puntas de flechas y lanzas, telas tejidas, sandalias e incluso peines para piojos de la época de la revuelta… un verdadero tesoro en el desierto.