Los escribas de los Rollos del Mar Muerto
¿Quién los escribió? ¿Cuántas personas fueron? Muchos misterios rodean a estos viejos papiros. La tecnología ayuda a revelar sus secretos. Gracias a ella, se analizaron a los escribas de los Rollos del Mar Muerto. Se supo que fueron elaborados por al menos dos escribas. Se comprobó gracias a un análisis con inteligencia artificial (IA).
El Rollo de Isaías
Las pruebas se llevaron a cabo en el texto más largo, conocido como el Gran Rollo de Isaías. El análisis lo hizo la Universidad de Groningen en los Países Bajos. Dos personas habían copiado las palabras con una letra casi idéntica.
Los primeros conjuntos de rollos fueron encontrados por un beduino en una cueva en Qumrán. Esto queda cerca del mar Muerto en lo que ahora es Cisjordania. Son manuscritos, en su mayoría en hebreo, arameo y griego que datan del siglo III a. C.
El rollo de Isaías es uno de los 950 textos descubiertos en las décadas de 1940 y 1950. Sus 54 columnas están divididas en mitades, escritas en un estilo casi uniforme. Para analizar a los escribas de los Rollos del Mar Muerto, se tomó este pergamino. Usaron un reconocimiento de patrones «de vanguardia» e inteligencia artificial. Analizaron una sola letra hebrea, álef, que aparece más de 5.000 veces en el rollo.
Diferenciando letras
El artículo lo publicaron los científicos Mladen Popovic, Maruf Dhali y Lambert Schomaker. “Logramos extraer los rastros de tinta antigua tal como aparecen en las imágenes digitales».
«Los antiguos trazos de tinta se relacionan directamente con el movimiento muscular de una persona. Son específicos de la persona», explicaron. Su técnica ayudó a producir evidencia de que estaba involucrado más de un escriba.
«El escenario más probable es que dos escribas diferentes trabajaron en estrecha colaboración. Trataron de mantener el mismo estilo de escritura. Pero se revelan a sí mismos con sus individualidades», añadieron.
¿Qué se deduce de la similitud en la escritura? Tal vez recibieron la misma formación en una escuela o familia. Como «un padre que le enseñó a escribir a un hijo».
Dijeron que la capacidad de los escribas para «imitar» al otro era muy buena. Hasta ahora los científicos modernos no habían podido distinguir entre ellos.