Las bombas nucleares que cayeron en España
Fue en 1966. El remoto pueblo español de Palomares fue el protagonista. Allí, desde el cielo, los golpearon las bombas nucleares que cayeron en España. No explotaron, por supuesto. ¿Cómo sucedió? Esta aterradora situación se produjo debido a una operación estadounidense denominada Chrome Dome. En los sesentas, EE.UU. desarrolló un proyecto para disuadir a su rival durante la Guerra Fría, la Unión Soviética, de lanzar un ataque preventivo. Una patrulla de bombarderos B-52 con armas nucleares surcaba continuamente los cielos.

Rastreando las bombas
Uno de estos aviones explotó por accidente sobre España, el 17 de enero de 1966. Estaba reabasteciéndose de combustible en pleno vuelo. Algunos tripulantes lograron saltar en paracaídas. El avión, destrozado, dejó caer cuatro bombas. Cayeron sobre el pueblo de Palomares. Las ojivas del bombardero no estaban armadas. Contaban con salvaguardias integradas para evitar una reacción atómica en cadena involuntaria. Pero el material radioactivo de dos ellas sí explotó al caer. Generaron enormes cráteres y esparcieron polvo de plutonio radiactivo y altamente tóxico a lo largo de varios cientos de hectáreas. Restos de aviones en llamas también cubrieron el pueblo español.
Camiones con tropas estadounidenses viajaron de inmediato desde bases cercanas. La playa de Palomares se convirtió en base para unos 700 aviadores y científicos estadounidenses. Intentaban con urgencia contener cualquier contaminación radiactiva. Ya habían recuperado tres bombas. Faltaba la cuarta, que cayó en el mar.
La búsqueda se trasladó rápidamente al mar Mediterráneo, con la Armada estadounidense movilizando una flotilla de más de 30 barcos. Tenían dragaminas y sumergibles para rastrear el lecho marino. La exploración de kilómetros de fondo oceánico fue técnicamente compleja y un proceso muy lento. Tras semanas de búsqueda exhaustiva, un nuevo buque de buceo profundo, el Alvin, finalmente localizó la bomba desaparecida en una fosa submarina.

Perjuicio
Casi cuatro meses después de su pérdida, la ojiva fue finalmente puesta a salvo y devuelta a manos estadounidenses. EEUU tomó la inusual decisión de mostrar la bomba a la prensa internacional. Pensaban que era la única forma de confirmar que la bomba se había recuperado.
Las bombas nucleares que cayeron en España perjudicaron gravemente la región. Casi seis décadas después, el incidente aún proyecta una larga sombra sobre la región de Almería. La operación de limpieza estadounidense logró pasar por alto algunas zonas contaminadas. EE.UU. y España acordaron financiar controles sanitarios anuales para los residentes de Palomares. Y monitorear el suelo, el agua, el aire y los cultivos locales. Quedan cercadas unas 40 hectáreas de terreno contaminado en Palomares.
Deja tu reacción