Las bicicletas transformaron el mundo
Fue una tecnología muy disruptiva, puede que equivalente al smartphone actual. Por primera vez en la historia, las masas eran móviles y eran capaces de ir y venir a su antojo. Ya no necesitaban los caros caballos y carruajes. Sí, realmente las bicicletas transformaron el mundo.
Para 1898, el ciclismo se había convertido en una actividad muy popular en Estados Unidos. La fabricación de bicicletas se convirtió en una de las industrias más grandes e innovadoras. Un tercio de las solicitudes de patentes estaban relacionadas con las bicicletas.
Cambiando el mundo
Se atribuye la invención de la bicicleta moderna a John Kemp Starley. Desarrolló la bicicleta de seguridad Rover, un artilugio de 20 kilos que se parecía, más o menos, a las bicicletas actuales. Lo exhibió en una muestra de bicicletas de 1886. La demanda fue mayúscula. En el Stanley Bicycle Show de Londres en 1895, unos 200 fabricantes de bicicletas exhibieron ahora 3000 modelos.
La demanda insaciable de bicicletas dio lugar a otras industrias. Rodamientos, alambre para los radios de las ruedas, tubos de acero. Todo esto impulsó la industria manufacturera. El efecto dominó también se extendió a la publicidad. Las estrategias de marketing, como la obsolescencia programada y el sacar modelos nuevos cada año, empezaron aquí.
La llegada de la bicicleta influyó en casi todos los aspectos de la vida. El arte, la música, la literatura, la moda e incluso el acervo génico humano. Los matrimonios entre pueblos aumentaron durante la fiebre de las bicicletas de la década de 1890. Los jóvenes, liberados, recorrían el campo a su antojo, se conocían en la carretera, se encontraban en aldeas distantes.
La influencia política de los millones de ciclistas produjo rápidas mejoras en las calles de las ciudades y del campo. Los ciclistas allanaron literalmente el camino para la era del automóvil. Brooklyn inauguró uno de los primeros carriles bici del país en 1895. Dos años después, Nueva York aprobó el primer código de circulación del país debido a la gran cantidad de ciclistas que iban a gran velocidad.
El inicio de todo
En Dayton, Ohio, dos mecánicos de bicicletas —los hermanos Wilbur y Orville Wright— ya prefiguraban un avión. La base del diseño era… una bicicleta. James Kemp Starley, quien inició todo, falleció en 1901, a los 46 años. Había empezado a producir motocicletas y, finalmente, automóviles. Parecía el camino hacia el futuro. En Estados Unidos, a otro exmecánico de bicicletas llamado Henry Ford le iba bastante bien. Sin duda, las bicicletas transformaron el mundo.