La Tierra pudo haber sido de color lila
Antes de que la evolución diera clorofila a las algas para tintar la Tierra de color verde, en las edades más tempranas nuestro planeta pudo haber lucido grandes parches de un tono lila.
Esta teoría, expuesta por el profesor de biología molecular Shiladitya DasSarma y el astrobiólogo Edward Schwieterman, se basa en observaciones de casi todas las formas de vida, de regreso a la mayoría de los organismos unicelulares antiguos, producen un pigmento liloso.
Al describir esta idea de la «Tierra Púrpura», en el International Journal of Astrobiology, los autores explican que la cromoproteína retiniana es excelente para absorber la luz en el rango de 490-600 del espectro visible. Cuando se une dentro de una membrana celular, la retina puede usar esa energía recolectada por el Sol para construir ATP, la molécula de combustible celular. Ahora, esta versión no es muy eficiente en comparación con la fotosíntesis, y no produce la creación de oxígeno. Pero la retina es una molécula mucho más fácil que la clorofila y, por lo tanto, es más fácil de crear para las células.
«Los metabolismos fotótrofos basados en la retina siguen prevaleciendo en todo el mundo, especialmente en los océanos, y representan uno de los procesos bioenergéticos más importantes en la Tierra», afirma Shiladitya a Astrobiology Magazine.
Los intentos de estimar cuándo la vida temprana tuvo la capacidad de producir el pigmento (gracias a una técnica llamada «reloj molecular») han sido confusos hasta el momento, pero las evidencias sugieren que fue muy poco después de que surgiera la vida, hace unos 4 mil millones de años. Del mismo modo, los investigadores no están seguros sobre el marco temporal preciso de la emergencia de la clorofila, pero sí se sabe que ocurrió en algún momento antes de hace 2,3 mil millones de años (cuando, debido a una combinación de factores poco conocidos, las algas unicelulares fotosintéticas se hicieron al ecosistema, causando lo que se llama el Gran Evento de Oxigenación).