Todo empezó con un terremoto de magnitud 8,3 en julio de 1958. Sacudió la costa sur de Alaska. Y desencadenó un devastador tsunami. Atravesó el estrecho cuerpo de agua y acabó con la vida de cinco personas. La colosal ola arrasó árboles en las empinadas laderas que rodean la bahía. Fue la ola más grande de la historia.
Pruebas a escala
Hermann Fritz es profesor de ingeniería civil y ambiental del Instituto de Tecnología de Georgia. Se especializa en tsunamis y huracanes. Dice que tal vez existieron olas más grandes, aunque no hay certezas.
Fritz fue el autor de un estudio en la revista Pure and Applied Geophysics que recreó el tsunami. Usó un tanque de laboratorio especializado a escala. Calculó una altura de 150 m, lo que la hace más alta que cualquier cresta de ola registrada en la Tierra.
La escala extrema del deslizamiento de tierra proporcionó la fuerza para crear una ola tan grande. Pero la forma de la bahía es la verdadera razón por la que la ola era tan alta, dijo Fritz. La bahía de Lituya es un fiordo, una ensenada costera larga y estrecha con lados empinados. Durante un tsunami típico generado por deslizamientos de tierra, la ola se irradia en forma de abanico. Pero la forma estrecha y las pendientes empinadas de la bahía de Lituya canalizó todo en una sola dirección. Fue empujada hacia las laderas circundantes, razón por la cual tuvo una altura tan grande, dijo Fritz.
Ola destructiva
Los tsunamis generados por deslizamientos de tierra son mucho más raros que los tsunamis tectónicos. «Pueden ser muy grandes cerca de la fuente, pero decaen rápidamente», dijo Fritz. La ola se redujo a no menos de 100 m cuando llegó a la estrecha abertura del fiordo.
El tsunami de 1958 no fue el primero de su tipo en la bahía de Lituya. Los geólogos habían descubierto previamente evidencia de tsunamis más pequeños que ocurrieron allí en 1853, 1854 y 1936. Pero toda evidencia de estos fue arrastrada por el megatsunami mucho más grande. La ola más grande de la historia arrasó todo a su paso.
