La misión Apolo 13 cumple 50 años
Al escuchar la frase “Houston, tenemos un problema”, inmediatamente rememoramos la película Apolo 13. Justamente el día 11 de abril se cumple un nuevo aniversario del lanzamiento de la tercera misión tripulada cuyo objetivo era descender en la Luna.
La misión Apolo 13 se llevó a cabo en el año 1970. En este mes de abril 2020 se cumplen 50 años de aquella misión que fue toda una epopeya y no por el resultado exitoso de la misma. Lo que iba a ser un alunizaje, se transformó en un desesperado intento de rescatar a los tres astronautas que estaban en el módulo espacial. A pesar que el resultado de la misión fue un fracaso, fue un éxito salvar la vida de los tres astronautas.
¿Por qué fracasó la misión Apolo 13?
Los astronautas eran Lovell, comandante de la misión; Haise, piloto del módulo lunar y Swigert, que debía mantenerse orbitando en el espacio. A 330.000 kilómetros de la tierra, la explosión de un tanque de oxígeno a bordo, desató la angustia de toda la Nasa. El estallido del tanque de oxígeno número dos, dejaba sin la provisión de agua y aire suficiente a la tripulación. Esto impidió completar la misión.
La nave estaba formada por tres módulos. El primero era el módulo de mando Odyssey. Acoplado a este llevaban un segundo módulo lunar, bautizado Aquarius. Además había un tercer módulo que era de servicios. El último módulo no estaba presurizado. En el, se alojaban los sistemas de abastecimiento del Odyssey y debía ser expulsado al regreso de la misión.
La explosión causó una falla generalizada de los sistemas. Esto dejó a la tripulación sin suficiente agua y oxígeno y sin energía eléctrica. Finalmente, los propulsores no tenían suficiente energía como para poner en posición los cohetes para emprender el regreso.
Las reservas de oxígeno y agua que había en el módulo lunar eran muy escasas. Debían administrar el agua porque solo podían utilizar una quinta parte de la que necesitaban para sobrevivir. Tuvieron que tolerar el frío para ahorrar electricidad. Fue necesario apagar los sistemas eléctricos que constituían su única fuente de calor.
El desenlace fue positivo
El Apolo 13 regresó a la tierra utilizando el sol para alinear su ruta. La estela de escombros que desprendía el módulo de servicio les impedía utilizar los instrumentos. Al alcanzar la atmósfera, el módulo lunar se cubrió con gotas de agua en paredes, cables y techo.
Este problema inutilizó el módulo y obligó a los astronautas a ingresar a la Tierra en el módulo de mando. El día 17 de abril de 1970, el módulo de mando amerizó en el Océano Pacífico.