La higiene en la Edad Media era precaria
Las imágenes que nos vienen a la mente, cuando hablamos de la Edad Media, son damas vestidas con riquísimos trajes y caballeros con una elegancia superlativa. Pero, nos surge la duda, ¿cómo era la higiene en la Edad Media? Con enormes palacios, como el de Versalles, que no tenían baños y tampoco desagües para que corriera al agua.
Las costumbres de higiene en la Edad Media
Hasta el siglo XIX los fluidos se vertían en las calles, y lo primero que nos imaginamos es que las calles debían oler muy mal. Podemos comenzar con la Antigua Roma, donde había muchos baños públicos. Sin embargo, con la adopción del cristianismo como religión, los baños públicos se cerraron, pues el desnudo era considerado pecado. Este hecho lo cambió todo.
Llegada la Edad Media, la costumbre, casi exclusiva de la clase alta, era tomar un baño cada algunos meses. Sin embargo, esta costumbre estuvo vigente durante los siglos XV y XVI. En los siglos XVII y XVIII evitaban el baño. Luis XIV, llamado el Rey Sol, solo tomó como máximo dos baños a lo largo de toda su vida. El agua, para él, era muy desagradable.
Tanto es así, que en las casas y palacios no había baños. El ejemplo más significativo es el fabuloso Palacio de Versailles, puesto que sus instalaciones no incluían ni una sola letrina. Cabe mencionar que, los cuartos de baño, tal como los conocemos hoy, recién se comenzaron a construir a finales del siglo XIX.
Costumbres bastante peculiares que sorprenden
¿Cómo hacían las personas que vivían o visitaban el Palacio de Versailles u otros palacios? Pues, había largos pasillos con grandes cortinas que llegaban hasta el piso. Allí, escondidos detrás de estos cortinados, las personas podían defecar u orinar. En la actualidad, en algunas alas del Palacio se siente todavía el hedor fétido que dejó esa costumbre.
Los desechos de palacios y casas terminaban en las calles, puesto que el alcantarillado era inexistente. Por esa razón, y por necesidad, utilizaban los sombreros de ala ancha. Los desechos humanos se lanzaban desde las ventanas de las viviendas, directo a la calle. Estos sombreros evitaban sufrir un accidente más que incómodo. También los abanicos impusieron su moda por conveniencia, ayudaban a disminuir el hedor.
Fue en esa época de la Edad Media donde tomó popularidad la industria del perfume. Lo empleaban para disimular los olores del cuerpo humano por falta de higiene. Aunque esta costumbre solo estaba al alcance de la clase alta. También fue la época de esplendor de los perfumeros y algunos eran verdaderas obras de arte.
Por la falta de higiene sumada a la precariedad de la medicina de esa época, la población era más propensa a enfermedades. Asimismo, la expectativa de vida era mucho menor que la actual.