Encuentran evidencias de que existió una de las figuras bíblicas más importantes
Arqueólogos de la Universidad Hebrea de Jerusalén han descubierto lo que podría ser la primera evidencia física del profeta Isaías, una figura bíblica reverenciada en el judaísmo, el cristianismo y el islam, cuyas palabras ayudaron al Rey Ezequías a proteger el reino de Judá de una invasión asiria.
En un artículo publicado en la revista BAS Library, el arqueólogo Eilat Mazar explica que lo hallado es un sello de barro estampado de 2.700 años descubierto durante una excavación en Jerusalén, en el antiguo emplazamiento de una panadería de la realiza. Actualmente, está cerca del recinto amurallado del Monte del Templo.
El pequeño sello de arcilla está astillado, y sus símbolos se han difuminado con el paso del tiempo. Sin embargo, los investigadores creen que allí hay escrito «pertenece al profeta Isaías», ya que indica claramente «Yesha’yahu», el nombre hebreo para Isaías, seguido de la palabra «Nvy». Si esta palabra terminara con la letra hebrea aleph, esto crearía la palabra hebrea para «profeta», actuando como firma.
«Debido a que no ha sido tratado debidamente, y el sello está dañado, el final de la palabra «Nvy» no se puede descifrar claramente», añade el experto. «El nombre de Isaías, por ejemplo, sí se lee claramente».
Hay otras pistas que indican que el sello es real: data del siglo VII a.C., cuando se cree que existió el profeta; también, se encontró a escasos metros de otro sello perteneciente al rey Ezequías, cuyo reinado está documentado en el Libro de Isaías.
Isaías es uno de los profetas más famosos del Antiguo Testaento. Según los textos bíblicos, él y su ayudante ayudaron al Rey Ezequías a proteger el Reino de Judá de una invasión asiria durante el siglo VIII a.C. Aunque los textos religiosos no son siempre las fuentes más fiables para la historia, descubrimentos de este tipo ayudan a que algunas partes del Antiguo Testamento puedan ayudar a entender mejor aquellas épocas.