Imagínate que sales de tu país… y al regresar, ya no existe. O al menos, es otro, es uno distinto. ¿Y si estabas tan lejos que ni siquiera te enteraste de lo que pasó? Tan lejos como… en el espacio exterior. Eso le sucedió a Serguéi Krikaliov. Salió de la Tierra cuando la Unión Soviética, su patria, aún existía. Mientras estaba allá arriba, la URSS dejó de existir como tal. Por eso, cuando por fin pudo regresar, casi olvidado, se le llamó el último ciudadano de la Unión Soviética.
La URSS desintegrada
El colapso y la desintegración de la Unión Soviética hizo que Serguéi Krikaliov quedase varado en el espacio. Su estadía se extendió 5 meses más de lo que debía. Su periplo espacial duró 311 días, 20 horas y 1 minuto a bordo de la estación espacial Mir. Inicialmente su misión debería haber acabado en octubre de 1991. Pero la situación política y la profunda crisis económica del país trajo consecuencias. Entre otras cosas, dejó sin fondos a la agencia espacial rusa. Recién pudo regresar el 25 de marzo de 1992. Durante todo ese tiempo, el cosmonauta, observó impotente desde el espacio. Aquí abajo, los acontecimientos que se desarrollaban a 400 km de distancia.
A su regreso la Unión Soviética se había fracturado en 15 naciones diferentes. Los presidentes ya no eran los mismos y hasta su ciudad natal, Leningrado, ya no tenía el mismo nombre. Volvía a llamarse San Petersburgo.
“He vivido en territorio de Rusia mientras las repúblicas permanecían unidas en la URSS. Y ahora regreso a Rusia, que está unida en la Comunidad de Estados Independientes. Así que el cambio no es tan grande“, dijo Serguéi Krikaliov justo antes de regresar a la Tierra. Pero la realidad es que Krikaliov regresó a un mundo completamente distinto. En marzo de 1992 ya nada era igual. Ni siquiera en su propia casa. La familia Krikaliov había tenido situación privilegiada, con ingresos muy por encima de un soviético medio. Ahora tenía dificultades para llegar a final de mes. Sergéi apenas ganaba al equivalente a 10 dólares mensuales en esos momentos.
Desertor en el espacio
Tras el desmembramiento de la Unión Soviética el expediente militar de Krikaliov hizo que debiera pasar a la reserva. Su ausencia en las dependencias militares correspondientes, hizo que casi se emitiera una orden de deserción en su contra. Hasta que sus superiores se dieron cuenta. Ni siquiera se encontraba en el planeta.
Pero a pesar de esta experiencia, el último ciudadano de la Unión Soviética no dudó en volver al espacio. Y se convirtió en uno de los tripulantes de la primera misión espacial conjunta EE. UU./Rusia en un transbordador en 1994. La STS-60 que realizó 130 órbitas alrededor de nuestro planeta. Imaginamos que al volver, miró alrededor con cierta ansiedad, para comprobar si algo más había cambiado.
