El pozo más profundo del mundo
Cumple 50 años
Cumple medio siglo, aunque no tiene mucho que celebrar. Se encuentra en el abandono. Hace ahora 50 años, la Unión Soviética inició la construcción del pozo más profundo del mundo. Lo llamó Pozo Superprofundo de Kola (KSDB) o SG-3. Fue un proyecto de prospección científica para investigar directamente en la corteza terrestre.
Está situado a 12 kilómetros al oeste de la ciudad de Zapoliarni, cerca de la frontera con Noruega. Su profundidad es de 12.226 metros. No es para buscar petróleo. La finalidad del SG-3 fue únicamente la investigación de la litosfera.
Muy estudiado
La perforación de Kola penetra a través de un tercio de la corteza continental báltica. Su grosor se calcula en 35 kilómetros. Expone a la luz rocas de 2.700 millones de años de antigüedad existentes en el fondo. El proyecto ha sido lugar de extensos estudios geofísicos.
La perforación comenzó el 24 de mayo de 1970, en la península de Kola. Usaron perforadoras que abrieron varios pozos partiendo de la rama central. El más profundo es el SG-3. Se completó en 1989, creando un pozo de 12.262 metros de profundidad. El pozo más profundo del mundo.
Para los científicos, significó una serie de resultados fascinantes. Por ejemplo, no encontrar cambio de velocidades sísmicas en la hipotética transición del granito al basalto que está en el fondo de la capa de roca metamórfica. Se extiende cerca de 5 a 10 km bajo la superficie.
Agua e hidrógeno
Sorprendentemente, allí la roca está fracturada y saturada de agua. Agua que, a diferencia de la superficial, debe de haber venido de los minerales de la corteza profunda. No ha podido alcanzar la superficie debido a la capa de roca impermeable.
Otro descubrimiento inesperado fue la gran cantidad de hidrógeno. Está mezclado con el fango que fluía del agujero, descrito como ‘hervido con hidrógeno’. El nivel más profundo activo fue el SG-5, que alcanzó los 8.578 metros de profundidad. Tiene 21,4 centímetros de diámetro.
A mediados de 2008, debido a limitaciones financieras y a la falta de apoyo, se acordó el cierre definitivo del proyecto. Es ahora un pozo solitario. Pero sigue arañando las profundidades de la corteza terrestre.