El penacho de Moctezuma que terminó en Habsburgo
Hace unos días, el gobierno mexicano emprendió un nuevo intento por recuperar una reliquia. Se trata del penacho de Moctezuma que terminó en Habsburgo. Está en el Museo del Mundo, anteriormente conocido como Museo Etnográfico de Viena. ¿Cómo llegó allí? Hay un gran misterio alrededor.
¿Cómo llegó?
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tiene una teoría. Menciona una “Primera carta-relación de la justicia y regimiento de la Rica Villa de la Vera Cruz a la reina doña Juana y al emperador Carlos V, su hijo, 10 de julio de 1519”. Se incluye una lista y descripciones de objetos enviados como regalos al rey de España. Se pensaba que en este navío había viajado el penacho de Moctezuma. Pero no se sabe a ciencia cierta si esta versión es real.
Otra versión conocida cuenta que Moctezuma le regaló el penacho al conquistador Hernán Cortés. Tiempo después, Cortés se lo habría enviado al rey Carlos I. El rey era miembro de la familia Habsburgo, de origen austriaco. La historia documentada del penacho de Moctezuma data de 1569. Estaba registrado como un “sombrero morisco” en el inventario del Castillo de Ambras, colección propiedad de Fernando II de Tirol.
En dicha colección se mantuvo hasta 1703. Después de ese año, se le perdió la pista. Fue hasta 1806 cuando se volvieron a tener registros. Comenzó a ser expuesto en el Palacio del Belvedere Bajo, en Austria.
Después de más de 70 años, en 1878, dio otro salto. Se le halló en el Palacio de Ambras. Se sometió a una restauración, y con ello se convirtió en propiedad estatal administrada por el museo.
También se le llama penacho del México Antiguo, debido a la duda de si fue portado por el emperador Moctezuma. Está fuera del país por más de 500 años, y no ha salido de Austria desde 1947.
Lo quieren de vuelta
Asimismo, en 2011, el gobierno mexicano trató de realizar un intercambio temporal. Pero la respuesta fue negativa debido a su deterioro. Se explicó que su frágil estado no permitía que sea trasladado. Cualquier vibración lo destruiría.
Ahora, en 2020, México lo intentará de nuevo. Pero, según las palabras del presidente, es una misión “casi imposible”. El penacho de Moctezuma que apareció en Habsburgo parece ya resignado. Seguirá aún en Austria, extrañando sus orígenes imperiales y tan lejanos de donde está ahora.