El papel del camuflaje en las guerras mundiales
Tanques inflables y pintura para despistar
No solo los soldados combatían en las guerras. Los artistas, pintores y maquilladores también. Podían convertir un objetivo en un gigantesco teatro a escala. Por ejemplo, se fabricaban árboles huecos para ponerlos como lugares secretos de observación. O se pintaban casas para que desde el aire no se vieran, ocultando emplazamientos militares. Es de destacar el papel del camuflaje en las guerras mundiales.
La Royal Navy, por ejemplo, consideró técnicas de camuflaje avanzadas. Querían proteger los barcos. ¿Cómo? Crearon complejos patrones de formas geométricas en colores contrastantes, que se interrumpían y se cruzaban entre sí. Su objetivo era desconcertar al enemigo. Así no podían identificar la velocidad real a la que iba el barco ni su posición concreta.
Engaño en África
En 1942, el norte de África era el escenario de la batalla contra las fuerzas del Eje, formado por Alemania, Italia y Japón. La Dirección de Camuflaje del Comando de Medio Oriente, una unidad dedicada a las operaciones de engaño y al ocultamiento de hombres y material militar, creó allí una enorme distracción. Pintaron el suelo de los aeródromos con manchas negras y grises. Simularon las sombras que producen las armas para engañar así a los vuelos de reconocimiento de las potencias del Eje. Luego, tuvieron que camuflar legiones enteras de tanques en el norte del campo de batalla.
Llegaron a crear un ejército señuelo de 600 vehículos militares completamente falsos en el sur. Así las fuerzas del Eje temieron un ataque igualmente potente desde ese flanco. Se creó con tanques y cajas de alimentos falsas, silos de municiones y contenedores de aceite. Todos hechos de cajas y hojas de palma cubiertas con lonas.
En la sección norte, los tanques reales tenían compartimentos de madera especialmente equipados. Los hacían parecer camiones normales. Las piezas de artillería se cubrieron de manera similar. Una vez en posición e inmediatamente antes de que comenzara la batalla, se quitaron las coberturas. A las fuerzas del Eje las tomaron por sorpresa.
Estas ingeniosas artimañas inspiraron un regimiento militar estadounidense en la Segunda Guerra Mundial. Las Tropas Especiales del Cuartel General 23, se conocieron como el «ejército fantasma». Estaban compuestas por más de 1.000 hombres y se utilizaron en Europa después del Día D.
Su objetivo era engañar a los alemanes. Les hacían creer que fuerzas de hasta 30.000 tropas adicionales estaban amenazando sus líneas. Esto los llevó a redistribuir tropas a lugares favorables para los aliados. Al igual que la Dirección de Camuflaje del Comando de Medio Oriente, el Reclutaron a muchos arquitectos, diseñadores, creativos publicitarios y artistas junto con soldados e ingenieros regulares.
Los tanques inflables
El equipo militar falso incluía cientos de tanques inflables. Se veían desde la distancia exactamente como los reales, y engañaron con éxito el reconocimiento aéreo alemán. Otro equipo fue responsable del tráfico de radio falso, destinado a ser interceptado por espías nazis.
Un par de parlantes móviles emitían sonidos de movimientos de tropas. También simulaban ruido de grandes proyectos de ingeniería como la construcción de puentes.
El papel del camuflaje en las guerras mundiales revela una nueva dirección en la historia del ilusionismo en el arte. Estas guerras involucraron trucos ópticos de los artistas de una manera totalmente original.
Su trabajo en el desvío estratégico de atención fue fundamental para el esfuerzo bélico general. Como Sun Tzu observó sabiamente allá por el siglo V a. C. en China, el engaño es siempre el elemento clave en el «arte de la guerra».