La píldora anticonceptiva es uno de los avances científicos más importantes de la humanidad. Pero pocos saben está muy relacionada con un tubérculo mexicano. Se trata del barbasco, que crece hacia el sur. Desde mediados del siglo XX, se usa en la producción de hormonas sintéticas esteroides. Esta es la historia del origen de la píldora anticonceptiva.
Uso milenario
El barbasco crece en el sureste del país latinoamericano. Ya los mayas lo usaban para curar enfermedades, o como veneno para incrustarlo en sus flechas.
«Muchos no conocen el origen de la píldora anticonceptiva. No solo se crea en México, sino que es por medio de recursos naturales del sureste de México que es posible. Se sintetizan hormonas esteroides. Y esto es muy importante. De ahí sale la cortisona, la píldora anticonceptiva y más de 300 medicamentos. Todos ellos derivados del barbasco», explica Gabriela Soto Laveaga. Es académica de la Universidad de Harvard.
Gracias a esta materia prima, la medicina reproductiva y el tratamiento del dolor lograron avances considerables.
Orígenes mexicanos
Durante muchos años, el barbasco fue recolectado por campesinos mexicanos. Más tarde, se profundizó la investigación científica sobre sus propiedades.
«Los recolectores del barbasco hicieron suyo el lenguaje de la química y de la ciencia. Esto les posibilitó abrirse nuevas vidas en el campo. Y desafiar la noción de lo que implicaba ser mexicano a mediados del siglo XX», dice la experta.
Uno de los inventores de la píldora anticonceptiva es el austriaco Carl Djerassi. Pero participaron los mexicanos George Rosenkranz y Luis Ernesto Miramontes. Ambos aparecen en la patente original de este fármaco.
El descubrimiento de la píldora sucedió en México el 15 de octubre de 1951. Fue una investigación impulsada por el laboratorio mexicano Syntex, según refiere Notimex. Y se convirtió en uno de los descubrimientos que cambió el mundo.
