El misterio del evento de Tunguska
Una explosión en Siberia hace cien años
Algo pasó en el verano de 1908. Apareció una bola de fuego sobre el norte de Siberia. Se describió una columna de luz azul moviéndose en el cielo, seguida de una explosión mayúscula. Arrasó árboles en más de 2.000 kilómetros cuadrados. La explosión es consistente con un gran impacto de meteorito. Pero hasta el día de hoy no se ha encontrado evidencia de un cráter. Eso hizo crecer el misterio del evento de Tunguska.
El culpable sigue suelto
Surge una teoría nueva. Una nueva investigación cree poder explicar la ausencia de restos del asteroide. Dice que la roca espacial responsable de la deflagración en realidad rebotó contra la atmósfera. Como una pelota. Se supone que aún orbita el Sol en la actualidad.
Durante mucho tiempo se buscó explicar el misterio del evento de Tunguska. Se pensó como una fuga masiva de gas natural. Incluso algunos creyeron que fue la explosión de una nave extraterrestre.
Teniendo en cuenta lo que sabemos, la causa más probable es una onda expansiva. El asteroide debió explotar en la atmósfera, como el meteorito de Chelyabinsk en 2013. Dado el tamaño de la región de impacto, se estima que el asteroide original fue de casi 70 metros. Esto explicaría por qué no se ha encontrado un gran cráter de impacto.
La región de Tunguska está escasamente poblada y el evento solo tuvo un puñado de testigos. Las investigaciones científicas del evento no ocurrieron hasta la década de 1920. Fue entonces cuando se mapeó la región de impacto y se emprendieron las primeras búsquedas de un cráter de impacto. En la década de 1960, estaba claro que el evento era similar a una explosión nuclear en explosión, con una energía de aproximadamente 5 megatones.
¿Volverá a pasar?
Se sabe que los meteoros se deslizan por nuestra atmósfera. El evento más famoso fue el Great Daylight Fireball de 1972. Fue una roca del tamaño de un camión que saltó a través de la atmósfera superior. El meteorito fue visto en partes de Utah y Wyoming. El equipo del nuevo estudio, liderado por Daniil E. Kherennikov, de la Universidad Federal de Siberia, analizó si un impacto similar podría haber creado la explosión de Tunguska. Publican resultados en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Para averiguarlo, modelaron varios escenarios, informa Universe Today. Consideraron cuerpos que varían en tamaño de 50 a 200 metros y están compuestos de hielo, piedra o hierro. Descubrieron que el escenario más probable es un asteroide de hierro de unos 200 metros de tamaño. Analizaron qué pasaría si el objeto tuviera un impacto superficial en la atmósfera. A menos de 10 kilómetros de la superficie de la Tierra, habría permanecido prácticamente indemne. Podría haber regresado al espacio para entrar en una órbita casi solar. Todavía podría estar orbitando el Sol hasta el día de hoy. La rápida compresión del aire cerca del asteroide sería suficiente para crear la región de explosión observada. Surge otra interrogante: ¿Sucederá de nuevo?