El mapa de piedra del inframundo
Monolito maya
La Secretaría de Cultura de México anunció el registro de un nuevo hallazgo. Se trata de un mural hasta ahora desconocido en un bloque de piedra, en la ciudad de Ek Balam. Está considerada una de las zonas arqueológicas más importantes de Mesoamérica. ¿Qué es? El mapa de piedra del inframundo.
Según los expertos, el encuentro arrojará nueva luz sobre la construcción de la Acrópolis. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México lo comunicó a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Registró una pintura mural inédita. Apareció en un bloque de piedra usado por los antiguos mayas como tapa de bóveda. ¿Dónde estaba? En una de las estructuras de la Acrópolis de Ek Balam.
Reptil simbólico
El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, habló del reciente descubrimiento de esta tapa de bóveda. Se contabilizan 30 de estos elementos arquitectónicos registrados a lo largo de los años en el sitio.
A diferencia de las conocidas, la tapa de bóveda localizada en fecha reciente no tiene trazos de pintura negra. Esta se pintó en color rojo. La representación muestra un símbolo en forma de “U”, que podría representar una cueva con agua subterránea. Es una posible alusión al inframundo, a donde parece entrar una serpiente. Se ve la cabeza y parte del cuerpo del reptil, el cual podría asociarse con el dios K’awiil.
Ciudad destruida
Los investigadores afirman que el hallazgo del mapa de piedra del inframundo arrojará nueva luz sobre la construcción de la Acrópolis. Es el edificio más opulento de la ciudad que los arqueólogos consideran un posible palacio real. La historia de Ek Balam es trágica. Se encuentra en el territorio del moderno estado mexicano de Yucatán, a unos 30 kilómetros al norte de la ciudad de Valladolid. Se cree que esta ciudad fue fundada a principios del siglo III a. C. Existió hasta la llegada de los conquistadores y fue destruida a principios del siglo XVI d. C. por la invasión europea.
La ciudad existió durante casi 2.000 años. Fue una de las más grandes de Mesoamérica. Su superficie era de unos 12 kilómetros cuadrados. La plaza principal de la ciudad, donde se encontraba la Acrópolis, estaba destinada a ser residencia de la élite.